En su conjunto, las ocho jefas ediles tienen como prioridades mejorar los proyectos de educación, salud y agua entubada.
Susana Asensio, quien recibió la vara edilicia de Antigua Guatemala, Sacatepéquez, parte con la responsabilidad de recuperar la confianza de la población antigüeña, debido a que asume una gestión empañada por su antecesor, Adolfo Vivar, quien desde el 2012 se encuentra en prisión por señalamientos de fraude, concusión y otros delitos.
Asensio promete trabajar por el desarrollo de la ciudad colonial, principalmente por erradicar el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública y el bullicio causado por bares y discotecas.
La funcionaria espera mejorar los servicios básicos y será vigilante del uso de los recursos financieros, según dijo.
En Génova, Quetzaltenango, fue investida Sheily Beatriz Vásquez González, de 33 años, quien también recibe una gestión
empañada por señalamientos de corrupción. “Por los antecedentes, los pobladores desconfían de las autoridades”, expresó.
Estela Chávez, alcaldesa de Nuevo San Carlos, Retalhuleu, expresó: “Estoy comprometida con Dios, con mi familia y los vecinos que confiaron en mí para trabajar en beneficio de todos”.
Motor de desarrollo
En Alta Verapaz fueron juramentadas Lilian Irlanda Pop Coya, de Lanquín, y Lilian Piedad García Contreras, de Fray Bartolomé de Las Casas. Ambas tienen como peculiaridad trabajar en la promoción del turismo, el cual consideran es el motor de los verapacenses.
Al igual que el resto de alcaldes, las nuevas funcionarias ven como principal amenaza en sus gestiones la falta de recursos.
Escasa presencia femenina.
En la nueva era democrática del país, de 1986 al 2012, un total de 35 mujeres —ahora 43— han dirigido alcaldías municipales, según destaca un informe de Mas Mujeres, Mejor Política.
El estudio agrega que solo un 1.2 por ciento de guatemaltecas han sido electas como alcaldesas.
* Eduardo Sam, Rolando Miranda, Carlos Paredes, María José Longo, Renato Melgar y Héctor Contreras