Pese a que la compañía cuenta con la licencia de cuatro de las seis municipalidades de Sacatepéquez por donde pasa la red, líderes comunitarios y grupos colectivos buscan revocar los acuerdos ediles, porque aducen que obviaron la consulta a la población, como lo señala el Convenio 169, sobre derechos de los pueblos indígenas.
Santo Domingo Xenacoj, Santiago Sacatepéquez, San Bartolomé Milpas Altas, Santa María de Jesús, Antigua Guatemala y Sumpango son los municipios donde cruzará la red de electrificación, y en los dos últimos están en trámite los permisos.
Rechazan proyecto
Francisco Puac, coordinador del Comité Unión del Pensamiento de Santiago Sacatepéquez, indicó que el proyecto no trae ningún beneficio a la población.
Añadió que el exalcalde Manuel Navas, debido a que no logró reelegirse, otorgó la licencia a Trecsa en noviembre último para la colocación de 30 torres de transporte de energía, y a cambio la comuna recibió Q1.3 millones.
Alfonso Xicay, del Consejo Comunitario de Desarrollo de San Francisco El Alto, Antigua Guatemala, dijo que el proyecto dañará la montaña Carmona o Cerro del Cucurucho, un área protegida de 150 hectáreas.
“Nos oponemos porque el tendido eléctrico pasará sobre el cinturón verde de Antigua Guatemala y dañará los nacimientos de agua en la zona, y las afectadas serán unas 15 comunidades aledañas”, señaló Xicay.
César Choreque Solís, del Colectivo Sumpango Libre, informó que junto a la alcaldía indígena piden al jefe edil Efraín Paredes, que no otorgue el permiso, pues consideran que afectará los bosques y el río Los Encuentros, principal afluente que abastece a buena parte de la población.
Acciones legales
Rafael Maldonado, del Centro de Acción Legal, Ambiental y Social de Guatemala (Calas), quien asesora a la alcaldía indígena y al colectivo de Sumpango, expresó que esta es una resistencia pacífica y legal de las comunidades por los efectos que el proyecto podría causar en la salud y el ambiente. Añadió que hay suficientes herramientas legales para accionar contra la obra.
Consultado al respecto, el alcalde de Sumpango dijo que no otorgará la licencia si la población se opone.
Antecedentes
El PET-1-2009 forma parte de la política energética desarrollada por el Ministerio de Energía y Minas, que según Trecsa impactará en el desarrollo del país.
El proyecto ha afrontado varios problemas con comunidades. Desde hace varios años enfrenta una pugna con comerciantes de Izabal porque cruzaba en los límites del área protegida Parque Nacional Río Dulce.
En Nahualá y Santa Catarina Ixtahuacán, Sololá, también hay oposición, y recientemente la Corte de Constitucionalidad declaró sin lugar la apelación de la compañía y dejó firme la sentencia que ampara a la población, porque se omitió la consulta a las comunidades.
A Trecsa le fue adjudicado el proyecto en el 2009 y tiene hasta septiembre del próximo año para concluir la obra.
La compañía operará por 50 años las líneas de alto voltaje. En una primera etapa cobrará por el servicio US$485.2 millones —Q3 mil 671 millones— durante 15 años. Posteriormente, el Estado seguirá con el pago a la empresa, en concepto de peaje, en un monto aún no especificado.
Postura
Abiertos al diálogo
Jeannette Jiménez, jefa de Atención Comunitaria de Trecsa, dijo que están abiertos al diálogo, por lo que exhorta a los grupos que tienen dudas respecto del desarrollo de PET-1-2009 a que se acerquen a la entidad.
“El no contar con todos los avales municipales por donde pasa el trazado de la línea de transmisión impide continuar la obra”, dijo.
Agregó que la oposición de las comunidades es la causa del atraso de los trabajos.