Sacatepéquez
“No tenemos a dónde ir “: Más de 150 personas están en peligro por deslizamientos en la aldea Papur
Dos niñas murieron el lunes 8 de julio por un deslizamiento en Pastores, Sacatepéquez, donde ahora unas 25 familias corren peligro de que ocurran más derrumbes.
Al menos 150 personas están en peligro por derrumbes en la aldea Papur, Pastores, Sacatepéquez. (Foto Prensa Libre: Óscar Vásquez)
Luego de un deslizamiento que dejó dos menores muertas en la aldea Papur, Pastores, Sacatepéquez, autoridades verifican las condiciones del lugar este 9 de julio.
Fernando López, delegado departamental de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), informó que en la emergencia fallecieron las niñas Yahaira y Estrellita García Gómez, de 5 y 6 años.
Además, la madre de las menores y otra niña resultaron heridas y fueron trasladadas al Hospital Nacional de Antigua Guatemala en estado delicado.
“Se empezó a hacer recorridos en el área para establecer las condiciones. Socorristas indicaron que no se podía ingresar al área por la inestabilidad del talud y a que continuaban deslizamientos de tierra”, detalló.
También dijo que se ha habilitado un albergue para que personas afectadas evacúen el área para estar a salvo de eventuales incidentes.
“Dos familias, por miedo a perder sus pertenencias, permanecieron en su hogar y decidieron no evacuar”, indicó.
Según el delegado de la Conred, la situación en el lugar es riesgosa debido a grietas en la parte alta y a la saturación de humedad en los suelos.
“Personal de mitigación efectuará un informe específico para brindar una evaluación y comenzar con la intervención”, señaló López, quien añadió que unas 15 viviendas están en riesgo por estar cercanas al talud.
“Unas 25 familias están en riesgo, correspondientes a unas 150 personas. Se les ha invitado a retirarse a un albergue”, explicó López.
También indicó que, debido a la alta carga de vehículos en la Ruta Nacional – 14 hay inestabilidad en el área.
“La vibración en la ruta puede ocasionar más deslizamientos”, aseveró.
José Waldemar Gámez, uno de los pobladores afectados, dijo que tienen miedo de que el cerro colapse y cause más daños y pérdidas humanas.
“Ya había sucedido algo parecido una vez, pero nadie puso cartas en el asunto. No esperábamos esto y no tenemos a dónde ir”, dijo.
“Se han escuchado ruidos fuertes y le acompañan la tierra que va cayendo. Estábamos en la iglesia cuando ocurrió el derrumbe y solo se escuchó un estruendo”, recordó Gámez.