La otra escena es la de los pastores, gente sencilla y marginada de las autoridades religiosas de aquella época, no obstante, recibieron del ángel la buena noticia y ellos son los primeros en enterarse y con su sencillez se encaminan hacía Belén, dijo Prandina.
En la escena central está nacimiento. Para los frailes franciscanos es importante porque San Francisco de Asís dos años antes de su muerte pidió permiso al Papa, para hacer un nacimiento en vivo, porque quería expresar lo que sentía frente al misterio del Niño Dios.
Una Biblia en lugar de cuna
Este año, no habrá cuna para para la imagen del Niño, en su lugar una Biblia grande, porque en el primer capítulo del Evangelio de San Juan dice que Dios habló y que su palabra se hizo carne, es decir, se hizo hombre.
“De esa manera Dios acampó entre nosotros, Dios entró en nuestra historia y se hizo el Emanuel, Dios con Nosotros, por eso que sobre la Biblia se colocará el Niño Jesús después de la misa de Gallo del 24 de diciembre” explicó el rector.
Al centro de la capilla, en lo alto, se representa otro misterio, un ángel que muestra un mensaje que dice “Por ti nació”. Otro misterio, una cruz gloriosa y a un lado a Jesús resucitado y el ángel que resalta “por ti murió y resucitó”.
Otra escena muestra un altar en la que un sacerdote celebra la misa y un mensaje en el que se lee “por ti me quedé”, que significa que Jesús continúa en nuestra historia a través del misterio de los sacramentos y de la eucaristía.
Fray Atilio Prandina destacó que en la escuela del Santo Hermano Pedro se enseñó a alfabetizar y catequizar a niños y personas sin hogar.
Resaltó que celebrar la Navidad significa trabajar por una humanidad que Jesús quiere restaurar y liberar y que ahora les corresponde a sus seguidores lograr un mundo nuevo.
“Hay que trabajar por un país diferente, más humano y solidario. Ese es el mensaje de la Navidad, pues se necesita del compromiso de todos nosotros”, enfatizó