ELEGIMOS PARA USTED
Byron González, concejal y presidente de la Comisión de Educación, explicó que, debido al pacto de hermandad y cooperación entre Israel y la Antigua, la Calle Sucia, ubicada entre la 5a. avenida sur y la carretera a Ciudad Vieja, Sacatepéquez, se llamará Calle Jerusalén. Otra justificación para el cambio de denominación de la calle, según el concejal, es que Israel apoya a guatemaltecos con becas en educación, tecnología, agricultura, entre otras áreas.
“Existen 17 ciudades que se han unido a esta iniciativa y Antigua Guatemala es la número 18 ”, dijo González.
Víctor Hugo del Pozo, alcalde de la Ciudad Colonial, mencionó que en 1948 con el voto de Guatemala se creó el Estado de Israel y desde ese año surgió la amistad entre los estados y mencionó que durante el gobierno del expresidente Jimmy Morales la embajada del país fue trasladad de Tel-Aviv a Jerusalén.
Enrique Berdúo, cronista de la Antigua Guatemala, comentó que la modificación de los nombres tradicionales o históricos en cualquier ciudad patrimonial como Antigua Guatemala “plantea la alteración de la memoria colectiva” y recomendó consultar al Registro de Bienes Inmuebles si los vecinos del área no tendrán problemas por el cambio de nombre.
Berdúo explicó que la ciudad colonial está bajo un régimen especial establecido en la Constitución por ser patrimonio cultural de la humanidad; además, de ostentar otros títulos como Monumento de América y Monumento Nacional, entre otros.
Al respecto, el jefe edil mencionó que en 1970 la Calle Sucia fue empedrada y aseguró que “no es histórica porque era un vertedero”.
Para el politólogo, Tito Silva, cambiarle de nombre a la calle tiene dos razones, por los programas que Israel ofrece a las municipalidades o por el fanatismo religioso del alcalde que cambió de religión.
Ante los señalamientos, la Dirección de Comunicación de la comuna dijo: “Es importante mencionar que tanto católicos como cristianos evangélicos, apreciamos el valor espiritual e histórico de Israel y además compartimos la misma vocación y preocupación por aspectos como la conservación del Patrimonio Cultural y el desarrollo técnico-científico, entre otros.
“Reviste especial importancia ampliar las oportunidades para la Antigua Guatemala y dicha acción no tiene ninguna relación con inclinación religiosa alguna, ni de mi persona, ni del honorable Concejo”, refiere un mensaje del alcalde Víctor Hugo del Pozo, enviado por medio de dicha dirección.
Jaime Barrientos, vecino de la Calle Sucia, dijo que no está de acuerdo con el cambio de nombre de esa arteria, porque es parte de la nomenclatura de la ciudad, y exige que las autoridades respeten la tradición.
Maribel Arévalo, otra vecina de dicha calle, asegura que la comuna no tiene “motivos convincentes” para hacer ese cambio y teme que sea por aspectos relacionados con la religión, por lo que hace un llamado para que se evalúe esa medida.
Ratificación
El jueves 5 de marzo, el acta de Concejo fue aprobada por siete de ocho concejales. Nelo Mijangos, concejal quinto, no ratificó el acta y pidió que debía considerarse el punto porque la ciudad es patrimonio cultural de la humanidad, en tanto, Beatriz Vásquez, aunque la aprobó, se unió a lo expuesto por Mijangos.
Ese día, la agrupación de la sociedad civil Salvemos Antigua, entregó una carta al concejo en la que solicitó dejar sin efecto lo aprobado, debido a que consideran que es “un desatino que atenta contra la autenticidad y memoria histórica de los antigüeños.
Historia
El cronista explicó que cuando se estableció la ciudad de Santiago de Los Caballeros en el Valle de Panchoy, el 10 de marzo de 1543, la traza inicial abarcaba 25 manzanas. Ese año se hizo una ampliación y en los años siguientes se amplió hacia el sur.
En la mitad del siglo 16, la ampliación de la ciudad llegó hasta la calle que hoy se enumera como la 9a. calle y que al comienzo del siglo 19 se conoció como la Calle del Matambo y otra sección como San Antonio, pero a finales de ese siglo y principio del siglo 20 se le denominó como la Calle Sucia.