Los 873 estudiantes de preprimaria y primaria fueron evacuados a un lugar seguro y entregados a sus padres. Socorristas indicaron que minutos antes habían recibido una llamada telefónica, para indicarles del artefacto explosivo.
A la escuela llegó personal experto en explosivos y un perro adiestrado de la Policía Nacional Civil, para revisar todas las áreas del establecimiento educativo y verificar si la amenaza era cierta. Una hora después de la inspección el perro Spike, no localizó ninguna bomba.
“Alerté a las autoridades correspondientes y los compañeros de otra institución de socorro, para que trabajáramos en conjunto para la respectiva evacuación. Gracias a Dios solo fue falsa alarma”, manifestó el socorrista Giovanny García.
Crisis nerviosa
“Se trabajó en coordinación con los maestros y padres de familia, porque algunos niños estaban llorando y otros presentaban crisis nerviosa”, dijo el bombero Óscar Xetéy.
Hermelinda Ajanel Chiquitó, directora de la escuela, indicó que se sorprendido cuando llegaron los socorristas y les indicaron lo que sucedía, por lo que dio instrucciones a los maestros para que evacuaran a los estudiantes.
“Los profesores calmaron a los estudiantes y luego con cuidado revisaron las mochilas y no se encontró nada afortunadamente”, indicó Ajanel.