Norman Muñoz, conservador y presidente de la junta directiva del Cnpag, aseguró que entre las luces de esa entidad están que se hayan constituido en guardián del proceso de conservación de la ciudad. Añadió que los antigüeños han jugado un papel importante en la preservación de la ciudad.
“Algunos antigüeños han demostrado trabajar por conservar el patrimonio cultural sin ningún interés particular”, resaltó.
Recuerda que, ante el terremoto del 4 de febrero de 1976, la ciudad resurgió pese a la incredulidad de autoridades y vecinos, pero tres años más tarde la Unesco la declaró Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Muñoz admitió que existen compromisos pendientes, como la elaboración de un plan regulador que marque el proceso de crecimiento y desarrollo en la ciudad.
Presupuesto
A decir de Muñoz, Antigua Guatemala es una ciudad “muy importante” por el valor patrimonial que tiene y representa un orgullo para el país, pero lamentó que la inversión que hace el Estado no es suficiente para su conservación, pese a que es el primer destino turístico del país.
En la actualidad esa entidad recibe un presupuesto anual de Q6.5 millones, pero un estudio interno reveló que se necesitan Q100 millones para cumplir con su misión de conservación y restauración.
Juan Domingo Pérez, integrante del Consejo Cívico de Vecinos, recuerda que hace algunos años, presentaron un estudio similar en el que coincidieron con esa cantidad presupuestaria; sin embargo, se engavetó debilitando la acción del Cnpag.
Añadió que, sin esa entidad y sin la ley protectora, Antigua Guatemala no sería la ciudad que es; sin embargo, dijo que en sus inicios llevó a cabo un buen trabajo de rescate de monumentos, sobre todo después del terremoto de 1976, pero en las últimas décadas la calidad de su trabajo ha disminuido.
Agregó que el pecado más grave del Cnpag fue no haber logrado transmitir al vecino la importancia de conservar la ciudad como patrimonio cultural.
Justificó el malestar de algunos vecinos al no poder hacer construcciones o modificaciones en sus viviendas, pues cuando se trata de inversionistas fuertes el Cnpag actúa de forma discrecional.
Reconocimiento
En un acto celebrado en el templo de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza, el Cnpag entregó la Orden Diego de Porres en Grado de Gran Verena a la fundación Valle de Panchoy, presidida por Ricardo Pokorny, pues desde el 2012 llevan a cabo trabajos de conservación del patrimonio tangible e intangible de la ciudad.
Pokorny resaltó la restauración del Tanque de La Unión y el Portal del Ayuntamiento, así como la nomenclatura de la ciudad y la construcción de una ciclovía entre Ciudad Vieja y Antigua Guatemala.
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