Carlos Azurdia, síndico segundo, votó a favor de las vendedoras, porque argumentó que los productos de las vendedoras son tradicionales y cuentan con permisos sanitarios por lo que encuadran en esa excepción.
“Recomiendo que hagan una nueva solicitud amparadas en el artículo cinco de ese reglamento, para comenzar un nuevo trámite y regularizar su situación legal”, enfatizó.
La propietaria de un inmueble cercano al tanque de La Unión, que no quiso identificarse, manifestó que ese espacio se había convertido en un mercado sin control, sin higiene, basura y malos olores a la orden del día.
Solicitan permiso
Las 19 vendedoras afectadas se presentaron a la sesión extraordinaria del Concejo la noche del pasado miércoles, para tratar de convencer a los ediles de la necesidad que tienen de vender sus productos en ese espacio, pero no fueron atendidas porque ese tema no estaba en la agenda de la sesión.
Marta García, vendedora, dijo que desde hace 10 años se instalaron es ese lugar y lo hacen con el propósito de sostener a sus familias, por la falta de un trabajo formal. Además, aseguró que sus productos pertenecen a la gastronomía antigüeña, como chuchitos, dobladas de chicharrón, tacos, tostadas de frijol y guacamol, panes de pollo, chiles rellenos y una variedad de atoles hechos de maíz y haba.
También señaló que otro grupo similar se ubica en el atrio del templo de las Obras Sociales del Santo Hermano Pedro y que llegan a ese espacio desde las cinco de la mañana.
“La delincuencia existe porque no dejen vender, no quieren que trabajemos honradamente y necesitamos sacar adelante a nuestros hijos para que no sean delincuentes”, manifestó García.
Esperanza Gómez, otra vendedora, refirió que volverán a insistir ante el Concejo con tal de continuar vendiendo en ese espacio porque sus clientes son da la ciudad capital, antigüeños y sobre todo familiares y pacientes de todo el país que llegan a las Obras Sociales del Santo Hermano Pedro.
Piden reubicación
Luis Felipe Valdés, presidente del Consejo Comunitario de Desarrollo de la calle de Los Duelos, solicitó al Concejo que consideren su postura para que las vendedoras sean reubicadas en otro espacio, incluso dentro del mismo edificio de las Obras Sociales, con tal de proteger uno de los parques emblemáticos de la ciudad colonial.
“Solicitamos que sean reubicadas porque es gente pobre que necesitan ganarse sus centavos para sobrevivir en este país de desempleados”, sentenció.
Algunos vendedores desalojados trataban de vender sus productos en las calles aledañas al tanque La Unión.