Entre nostalgia, la esposa relata que el 25 de febrero del 2016 José le indicó que en un ropero había una carta y que la leyera hasta que alguien tocara a la puerta y notificara que él había muerto sirviendo al prójimo.
Cojolón recuerda que el domingo último recibió una llamada de su esposo, quien le dijo que todo estaría bien y que se protegieron del material volcánico que caía en Alotenango.
Además, a las pocas horas la llamó y le indicó que parientes en Escuintla estaban bien. Fue la última vez que habló con el socorrista.
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Tienen 10 años de casados, un hijo de 4 años y ella tiene cuatro meses de embarazo. Su salud se ve afectada por la incertidumbre que vive.
Sentimientos en una carta
La carta fue escrita con lapicero azul en un papel amarillo, Gloria suspira y lee.
Calificó que fue buen esposo, detallista y cariñoso. Siempre me decía la veo como mi novia.
Agregó que motivaba a las personas a servir a los demás. Trabajaba de jardinero y el sábado último cumplió 34 años.
“Hola mi amor lindo, si acaso está leyendo esta carta, es porque yo no estoy con ustedes. No lloren, yo estoy muy bien. Dios ha decidido que mi misión terminara”, lee un fragmento.
Continúa: “No todo es para siempre, sigan adelante, la vida sigue. Dígale a mi papá que no esté triste, la vida es así y él lo sabe. Le estoy agradecido por los consejos. Cuídense”.
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En la carta, José Antonio también le dice a su esposa que hay un seguro en el auxilio póstumo. Además, le solicita que cuide sus plantas.
Al final, el bombero asegura que no le tenía miedo a la muerte y agradece a sus compañeros por haber elegido esta bendecida profesión.
Maria Elena Pérez, vecina, dijo que el bombero era servicial a la comunidad, amable y siempre estaba dispuesto a servir.
Mal momento
Juan Bajxac, es el otro bombero que acompañaba a Castillo el pasado domingo. Ambos habían recibido la alerta para evacuar a las personas que estaban en el puente Las Lajas.
Videos que se han publicado del momento en el que material volcánico desciende, se observa a los dos bomberos, quienes habían llegado en una unidad roja.
A pesar de haber intentado huir del momento trágico, la grabación revela que la unidad es cubierta por la gran nube de ceniza; al igual que el vehículo de la Conred.
Dos bomberos de Santa María de Jesús también estaban en ese lugar y quedaron cubiertos por el material volcánico cuando iban en la ambulancia; sin embargo, solo sufrieron quemaduras en los pies, ya que bajaron para ayudar a personas que intentaron escapar.
La búsqueda y esperanza por encontrar a Castillo y Bajxac se mantiene, a pesar de haber transcurrido cinco días de ese trágico momento.
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