Justina Pérez, afectada, indicó que se salvó de morir ahogada en su vivienda, pero gracias a los vecinos que escucharon sus gritos, la pudieron rescatar, pues no se podía mover a causa de la corriente.
“Estoy agradecida con Dios y con los vecinos porque vivo sola y me salvé de morir ahogada, pero mis pertenencias se perdieron”, dijo Pérez.
Gustavo Chacón, afectado, comentó que su vivienda nunca se había inundado como sucedió el pasado lunes y que se asustaron porque el agua subió a un metro de altura.
“Afortunadamente todos pudimos salir a tiempo, pero no logramos sacar nuestras cosas. Ahora estamos sin nada y necesitamos alimentos, ropa y medicina porque los niños tienen síntomas de infecciones en la piel”, expresó Chacón.
“Hasta el momento no se han habilitado albergues porque los damnificados están en casas de vecinos; sin embargo, los apoyamos con raciones familiares, esponjas, ponchos y ropa, mientras se gestiona más ayuda, ya que se tiene conocimiento que las lluvias continuarán”, expresó Pérez.
Autoridades departamentales activaron preventivamente el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) con el fin de apoyar a más de 200 personas que fueron damnificadas.
Ángel Martínez, gobernador de Retalhuleu, indicó: “Nos encontramos en alerta amarilla y la activación del COE es para darle respuesta inmediata a las secuelas que dejaron las inundaciones en los municipios donde se reportaron los daños”.
Cuyotenango
“Cuando vimos que el río empezó a entrar a la casa, salimos corriendo, gracias a Dios solo tuvimos pérdidas materiales”, expresó Víctor Manuel Hernández, uno de los damnificados por el desbordamiento del río Icán en Cuyotenango, Suchitepéquez.
Hernández informó que la lluvia inició a eso de las 16 horas del lunes último, minutos más tarde se percataron de que el río había subió su nivel y alcanzó casi los 2.5 metros. “El agua ingresó a la cocina y luego a la sala. Destruyó todo lo que encontró a su paso, entre esto mis muebles y máquinas de coser, que eran mis herramientas de trabajo. No sabemos cómo vamos a salir de esta situación”, dijo.
La vecina María Morales sufrió crisis nerviosa al ver como el río derribó el muro que protegía su cocina, por lo que fue trasladada al Centro de Atención Permanente local.
“No podía creer que el río se había desbordado y llevado a mis pollos, me duele porque los cuidaba mucho. Además, dañó las paredes de mi cocina”, expresó Morales en el albergue donde paso la noche con sus dos hijos.
Según Moisés Cajas, delegado de Conred, 30 viviendas resultaron con daños de consideración y cinco familias damnificadas permanecen en el albergue, pues sus casas quedaron inhabitables por el lodo que ingresó.
“Ya se coordinó con las diferentes instituciones para que brinden apoyo, en el caso de la municipalidad, el alcalde Jorge Arturo Reyes envió comida para las familias y se ha iniciado un censo de la ayuda que van a necesitar. Además, integrantes de las reservas militares han apoyado a limpiar escombros en las casas”, informó el delegado de Conred.
Cajas agregó que los sectores más afectados son Icán, Badén, La Cruz y Línea Férrea.
Autoridades ediles de Cuyotenango indicaron que han iniciado trabajos de dragado en el río Icán.