La reincidencia de robos en ese plantel preocupa a maestros y padres de familia, quienes en varias oportunidades han solicitado seguridad a las autoridades correspondientes; sin embargo, el tiempo pasa y la situación no mejorar.
De acuerdo con profesores del lugar, el año pasado el gobernador se comprometió a brindar seguridad para prevenir los robos, pero a la fecha solo es un ofrecimiento y los saqueos no se detienen, según Karin de León, directora de la escuela.
Entre las medidas de seguridad que los maestros esperan que se implementen están: aumentar la altura del muro perimetral, asignar personal de seguridad e instalar equipo de videovigilancia.
“Durante años hemos sufrido por los robos. Este año se llevaron los accesorios de los sanitarios, por lo que pedimos a las autoridades que nos ayuden”, dijo la profesora Leticia Barrera.
Agregó: “los más afectados son los niños y los padres de familia, quienes gracias a Dios contribuyen para mejorar la escuela”.
Según los maestros, tienen la desventaja de que la escuela se ubica en una de las zonas más inseguras de la cabecera, por lo que esperan que las autoridades, tanto de Gobernación como de Educación, atiendan sus solicitudes, pues los robos impactan en la atención de los niños.
De acuerdo con el gobernador departamental, Víctor Quintanilla, no es viable instalar sistemas de video vigilancia en la escuela porque “se las van a robar”, y tampoco es factible contratar guardián, porque los delincuentes “van a entrar y lo amarrarán”.
Agregó que, según la Policía Nacional Civil, en una oportunidad capturaron a un grupo de hombres señalados como responsables de los robos en la escuela, pero algunos vecinos del área se opusieron a que fueran consignados.
Agregó que los delincuentes no roban cosas de valor, lo cual les llama la atención y pareciera que la intención es solo causar daños en la infraestructura.