Los recorridos pueden costar entre Q50 y Q75, según la cantidad de personas que quieran vivir esa aventura.
Asodill es la encargada de sostener el proyecto interno de turismo comunitario y es una alternativa para que visitantes nacionales y extranjeros conozcan al quetzal y se impresionen con las majestuosas cataratas que hay en el lugar.
Eduardo Haz, de la Asociación, refirió que el objetivo es promover el avistamiento de aves, ya que esos bosques no han sido explorados por completo, lo que ofrece momentos de recreación familiar.
Haz comentó que desde el 2006 ha aumentado el número de quetzales por esa área, ya que anidan en los alrededores de la comunidad, lo cual se pueden apreciar con facilidad durante el recorrido, de cuatro kilómetros.
“Estamos convencidos de que esta área puede ser otra opción para que turistas nacionales y extranjeros vengan a la bocacosta a ver coloridas aves y grandes cascadas. Además, contamos con servicios de alojamiento con todo lo necesario y estoy seguro de que el visitante se sorprenderá y disfrutará al estar entre la naturaleza”, expresó Haz.
Conrado Gramajo, otro integrante de Asodill, indicó que entre los verdes bosques de Loma Linda se encuentran seis bellas cataratas, en un recorrido de unos tres kilómetros, las cuales tienen al menos 30 metros de altura.
“El recorrido por estas cascadas se puede hacer sin ningún problema, en época de verano, y hay que caminar unos 400 metros a la orilla del río Ocosito”, refirió Gramajo.
El vecino José Sarat explicó: “Asodill es autosostenible y los fondos recaudados se emplean en beneficio de la comunidad y en mejoras de los servicios que ofrecemos”.