De León explicó que la decisión de los pobladores se encuentra fundamentada en el convenido 169, que da la potestad a los pueblos originarios a resolver los conflictos con base en su cultura y tradición, porque el alcohol fomenta la desintegración familiar y armonía en la población.
El jefe municipal indígena añadió que dará dos meses de gracia a los vendedores de licor para que vendan el producto que tienen en existencia, y luego ordenará el cierre de las cantinas.
Rechazo
“Rechazamos las ventas de aguardiente en Nebaj, porque el consumo de este es el causante de la violencia contra la mujer, ya que los hombres llegan a sus viviendas en estado de ebriedad”, explicaron algunos vecinos.
Agregaron que muchos hombres que piden “fiado” en esos comercios se ven en la necesidad de vender sus terrenos para pagar la deuda.
Una líder indígena mencionó que también en las cantinas emplean a mujeres menores. “Hemos descubierto que no solamente utilizan a las féminas para prostituirlas, sino distribuyen drogas”, resaltó.
El alcalde Raymundo Cobo mencionó: “Considero prudente una mesa de diálogo entre autoridades indígenas, municipales y PNC, con los sectores afectados. Además, no autorizaremos que sean abiertos más negocios de este tipo”, dijo el jefe edil.
Benjamín Santiago Ceto, abogado defensor de los vendedores de licor de Nebaj, dijo que si los negocios de sus patrocinados son finalmente clausurados, se les veda el derecho al trabajo.