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Ritual a Maximón culmina con el incendio de una vivienda 

Una vivienda se incendió en Chiché, Quiché, la madrugada del sábado. Los bomberos sospechan que la realización de cultos utilizando velas y fuego provocaron el incendio.

La casa en que se efectuó una ceremonia a Maximón, en Chciché, Quiché, se incendió por mala manipulación de veladoras. (Foto Prensa Libre: Horacio Cordero)

La casa en que se efectuó una ceremonia a Maximón, en Chciché, Quiché, se incendió por mala manipulación de veladoras. (Foto Prensa Libre: Horacio Cordero)

Tomás Sut propietario de la vivienda relató que se realizaban “ritos religiosos” utilizando fuego y velas, pero se manipularon mal y se incendió la casa.


En el inmueble funcionaba una carpintería además de una venta de velas, lo que contribuyó a que el fuego se propagara rápidamente.

El incendio estructural fue declarado a las 3 horas del sábado. Arturo Girón, oficial de los Bomberos Municipales Departamentales de Santa Cruz del Quiché, informó que fue trasladada una mujer al Centro de Atención permanente de Chiché, debido a que resultó con quemaduras e intoxicación por inhalar humo.

María Quino, vecina, criticó a los propietarios del inmueble incendiado: “Es un problema esta gente que realiza ritos de brujería en su casa, aunque ellos lo llamen Costumbre yo no me meto en las actividades de los demás pero usar fuego dentro de una casa no tiene sentido, imagínese que el fuego hubiera llegado a la gasolinera hubiera puesto en peligro para todos”.

En el interior de la casa fueron encontradas velas derretidas y una imagen de Maximón o San Simón, los vecinos señalaron que los dueños de la casa veneran a esa deidad.

Girón manifestó que es “complicado” porque en Quiché se practican muchas “ceremonias que algunos tildan de brujería” y utilizan fuego, u otros utensilios inflamables.

Tomás Sut manifestó que las pérdidas se estiman en Q500 mil debido a que funcionaban dos negocios en la vivienda, en el segundo nivel estaba construido de madera.

La historia de San Simón

La veneración a Maximón es parte del sincretismo religioso de Guatemala y se resume en el intento de conciliar doctrinas distintas, en este caso la imagen de esa deidad con el cristianismo.

Se cree que es originario de Santiago Atitlán, Sololá, donde habita la etnia tzutujil.

Cuenta la leyenda que los primitivos de ese pueblo afrontaban una crisis social debido al adulterio. Fue entonces que surgió Maximón, quien sería el encargado de restablecer el comportamiento sexual de la gente, por lo que fue erigido para ser el guardián de la moral.

Sus poderes, sin embargo, se corrompieron y se convirtió en el principal transgresor de las normas que le habían sido encomendadas.


El antropólogo Samuel Lothrop, en su libro Further Notes on Indian Ceremonies in Guatemala, indica que “Maximón es un ser sobrenatural y potente, con cuerpo grotesco, como de espantapájaros, con un puro en la boca y que resucita (…) Es la encarnación del conflicto y la ambigüedad; es tratado con temor y respeto, pero también despreciado y objeto de burla”.

La obra Los escándalos de Maximón, escrita por Michael E. Mendelson —cuyas páginas encierran un completo estudio sobre la religión y la visión del mundo en Santiago Atitlán—, apunta que “los dos mundos, el pagano y el cristiano, se reúnen en Maximón; en él se han institucionalizado el conflicto y la ambivalencia”.

En esa localidad, de hecho, se le relaciona con Rilaj Mam, el gran abuelo protector de los tzutujiles, quien fue puesto en la tierra por los creadores del universo, según el Popol Vuh. De acuerdo a Mendelson, también se ha dicho que es Judas Iscariote, Pedro de Alvarado —el sangriento conquistador español—, San Andrés, San Miguel o San Pedro —el primer apóstol—.

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ESCRITO POR:

Héctor Cordero

Corresponsal de Prensa Libre y de Guatevisión con 16 años de experiencia. Reconocido por varias organizaciones civiles y de prensa. Premiado por el Instituto de las Americas en San Diego, Estados Unidos.