La PDH confirmó que la niña cursó sexto primaria en el 2016, pero este año dejó de estudiar. Además, se envió un expediente al Ministerio Público y la Procuraduría General de la Nación (PGN) para que investiguen el caso.
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Jorge Hernández Azañón, delegado departamental de la PGN, dijo que en el transcurso de la semana visitarán a la familia, y según los resultados de la investigación, podrían tomarse algunas acciones como dejar a la niña bajo resguardo de un familiar que no esté dentro del circulo de violencia, o bien, rescatarla y enviarla a un hogar temporal.
Aracely Alonso, trabajadora social de la Defensoría de la Mujer Indígena de Quiché, dijo que en lo que va del año han acompañado seis casos de niñas que ya viven con hombres adultos. Además, mencionó ocho casos de jóvenes de entre 16 y 17 años que se casaron de niñas y posteriormente fueron abandonadas junto a sus hijos, lo que le causa preocupación.
“Lamentablemente en muchas comunidades este es un patrón cultural, la protección de la niña es nula, no hay difusión de las leyes y se siguen entregando a menores en casamiento a pesar de que esto es ilegal”, comentó.
Virgilio Méndez, representante del Pueblo Uspanteco ante el Consejo Departamental de Desarrollo, lamentó el hecho y señaló que esto no es costumbre en Uspantán.
“La niña hasta podría estar en riesgo, porque si quedara embarazada su cuerpo todavía no está apto para ser madre y con la poca cobertura médica en las comunidades de Uspantán estaría en alto riesgo, investigaremos el caso”, señaló.
Según la PDH, este es el segundo caso de violencia de ese tipo contra niñas en esa comunidad.
En noviembre del 2015, el Congreso de la República aprobó una modificación al Código Civil que eleva de 14 a 18 años la edad mínima para contraer matrimonio, tras alarmantes cifras de embarazos precoces y otros factores de riesgo para las niñas. También se aumentó de 16 a 18 años la edad para los varones.