Los edificios fueron tomados con la complacencia de las autoridades educativas y Gobernación, quienes se limitaron a entregar los edificios a cambio de que los maestros firmaran actas notariales donde se hacían responsables de las sedes gubernamentales.
Los maestros durmieron en los edificios tomados. Según Rodríguez, la toma es indefinida y escalonada, cada día llegarán maestros de un municipio diferente a relevar a sus compañeros, señalando que no descartan más medidas de hecho entre las que podrían destacar la suspensión de las clases en las escuelas.
Afectados
Hember Herrera, director departamental de educación, manifestó que al estar cerrada la Dideduc, los que salen afectados son los mismos maestros, ya que los procesos administrativos se detienen.
Además, los padres de familia salen perjudicados, porque hay trámites para juntas escolares que no se pueden hacer.
El gobernador Reynabel Samayoa informó que intentó ingresar al edificio, pero no se lo permitieron.
“No pudo hablar con ningún dirigente y desconoce cuándo entregarán los maestros las instalaciones, afectando el trámite de proyectos del Consejo de Desarrollo Departamental”, señaló.
Luis Laynez, vecino de Santa Cruz del Quiché, lamentó la actitud de los maestros.
“Es increíble que mientras el país se debate entre grandes problemas y hay manifestaciones por el tema de la Cicig, los maestros ni siquiera mencionan ese tema”, enfatizó.