José Luis Ixcotoyac Tigüila, Abraham Sarát Tigüilá y otros familiares llegaron a la vivienda de los Chanchavac el día señalado, llevaban una dote para solicitar a Magdalena en matrimonio, pero ella lo rechazó y su padre la apoyó, por lo que los solicitantes se molestaron y le pidieron al pastor que les pagara los productos que habían llevado, lo que no aceptó, por lo que Abraham Sarát Tigüilá lo amenazó, dijo Magdalena Chanchavac.
Semanas después, Magdalena se casó con otro hombre con el que ella tenía una relación amorosa apoyada por su padre, lo que causó cólera a José Luis Ixcotoyac, quien, en compañía de otras personas quemó la casa del pastor y todas sus pertenencias, indicó Magdalena.
“Mi padre colocó una denuncia acusando a estas personas de ser los responsables, nosotros sabíamos que ellos habían sido, el día 6 de marzo del 2018 yo hablo en la iglesia donde mi padre era el pastor y acuso públicamente a esta familia de ser los responsables de haber quemado nuestra casa, en ese servicio habían familiares de los Tigüilá y se enteraron de mis acusaciones, yo no sabía que esto cambiaría nuestras vidas”, señaló.
“El 7 de marzo, a las dos de la mañana, escuchamos forcejeos en la puerta de ingreso a nuestra vivienda y al verificar observamos a José Luis Ixcotoyac Tigüilá con una escopeta en la mano y a Abraham Sarat Tigüilá con una arma de fuego más pequeña, José Luis le dispara a mi padre y resultaron heridos mi pequeño hermano y mi esposo, mientras mi madre, tratando de defender a mi padre, es golpeada, quedando inconsciente”, explicó.
El relato continúo: “Pero ellos venían por mí, mi esposo Teodoro Velásquez me protegió y allí Abraham le disparó en cinco ocasiones, Abraham Sarát buscaba a toda costa asesinarme yo tomé a mi esposo de la cintura y me protegí, creí que moriría, pero en ese momento mi esposo sacó sus últimas fuerzas y forcejeó con Abraham; yo aproveche y lo empujé y cayó fuera de la vivienda, cerré la puerta y la atranqué, escuché que los disparos eran más fuertes en contra de la puerta, finalmente los atacantes huyeron del lugar”.
José Luis Ixcotoyac Tigüilá y Abraham Sarat Tigüila fueron detenidos por las autoridades en una venta de licores de su propiedad en Huehuetenango, donde fue localizada la escopeta con la que mataron al pastor; luego detuvieron a Juan Carlos Sarat Quiej, quien según testigos los acompañaba dentro de la casa, indicó Diego Quinilla Barrera, fiscal del Ministerio Público a cargo del caso.
Los tres detenidos negaron las acusaciones ante el tribunal, mencionaron que las pruebas no eran suficientes para condenarlos y aseguraron que ellos estaban en Huehuetenango cuando ocurrió el hecho. Abraham Sarát Tigüilá en todo momento decía que no mentía y que Dios los juzgaría.
Basilia Mejía Hernández, esposa del pastor evangélico, entre llanto le suplicó al tribunal que condenara a los acusados ya que ella observó cuando mataron a su cónyugue con una escopeta e hirieron a sus familiares. “Tenemos mucho miedo, ellos ya amenazaron que si salen libres nos mataran, por favor señor juez no los deje libres¨, expresó.
Mario Calderón, juez presidente del Tribunal, validó los testimonios de la hija, la esposa y el yerno de Manuel Chanchavac, así como las pruebas presentadas por el Ministerio Público y la declaración de peritos y testigos, por lo que por unanimidad, los tres jueces determinaron que los tres hombres son responsables de la muerte del pastor, después de un año de juicio.
Calderón leyó la parte resolutiva de la sentencia en la que se resolvió que José Luis Ixcotoyac Tigüilá, Abraham Sarát Tigüilá y Juan Carlos Sarat Quiej fueron sentenciados a purgar 25 años de cárcel inconmutables por el delito de asesinato en contra del pastor evangélico Manuel Chanchavac; también se les impuso una pena de 16 años y ocho meses más de prisión por el delito de asesinato en grado de tentativa en contra de Teodoro Velásquez.
El Tribunal indicó que un juez de Ejecución decidiría a qué cárcel del país los enviarán para cumplir la pena impuesta.
En una audiencia anterior, pobladores de La Estanzuela, San Pedro Jocopilas, realizaron una manifestación en la que pidieron condenar a los tres hombres, pero a la siguiente solo llegaron los familiares del pastor, pues, según Magdalena Chanchavac, a través de las redes sociales, familiares de los ahora condenados amenazaron a las personas que participaron en la manifestación. “Hay mucho miedo en la comunidad¨, relató Chanchavac.
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