Xela despide a Ciro Camey, el bombero apasionado que murió en incendio

Entre consternación, muchos aplausos y el sonido de las sirenas de las unidades de rescate, cientos de vecinos de Xelajú amigos y compañeros despidieron los restos de Ciro Camey Ovalle, bombero Voluntario, quien falleció en un incendio la noche del jueves último. 

Motobomba en la que el bombero Ciro Camey atendió el incendio en el que perdió la vida, el jueves último, traslada sus restos por calles de Xela. (Foto Prensa Libre: Carlos Ventura)
Motobomba en la que el bombero Ciro Camey atendió el incendio en el que perdió la vida, el jueves último, traslada sus restos por calles de Xela. (Foto Prensa Libre: Carlos Ventura)

El cortejo fúnebre salió de la estación Quinta Compañía hacia el Campo Escuela en la zona 3. Los vecinos que acompañaron el sepelio exigieron a las autoridades municipales y de la Gobernación Departamental tomar más acciones en contra de quienes venden o distribuyen juegos pirotécnicos sin tener mayor control.


Sebastián Hernández, vecino, señaló que la quema de tres almacenes donde se acumulaban cuetillos evidencia que es necesario que las autoridades supervisen de mejor manera esos negocios.

“Cómo es posible que un comerciante tenga almacenada pólvora en un lugar que no pone en peligro al resto de comerciantes, ahí hay una negligencia de las autoridades al no tener un control y registro de quienes distribuyen cuetillos y eso no debe de suceder porque consideraría que por esa negligencia el pueblo de Xela ha perdido a un gran bombero Voluntario”, manifestó.

María del Rosario Tambriz, otra residente, sugirió a toda la población no comprar cohetillos para las fiestas de este fin de año ni juegos pirotécnicos como una muestra de rechazo a las pocas acciones de seguridad que algunos comerciantes cometen.

“Yo propongo que como quetzaltecos no compremos nada de pólvora para los festejos de este fin de año, por la falta de control de las autoridades y de la irresponsabilidad de algunos comerciantes que causó la muerte Ciro –Camey- y no es justo que ya en unos días nos olvidemos de esta tragedia y sigamos como siempre, sin hacer acciones. No compremos pólvora, donemos nuestro dinero, que necesidades hay muchas”, recalcó.

Inhumado

Entre llanto y dolor, vecinos, amigos y compañeros de Camey Ovalle le dieron el último adiós al socorrista que se ganó el cariño de muchos quetzaltecos debido a su gran empeño como bombero, luego de atender cientos de emergencias en la ciudad.

Martín Racancoj, oficial de los Bomberos Voluntarios recordó gran parte de la trayectoria de Camey, cuando dirigía diversas emergencias como incendios, rescates, accidentes de tránsito y su labor social de enseñar y educar a la población en temas de emergencia.

“Nuestro trabajo es atender las emergencias, no obstante, dentro de esas emergencias hay gente que no colabora con uno y se les olvida que uno también es ser humano, tenemos hijos, familia. Estoy convencido de que a lo largo de mis más de 30 años en la institución, que el pueblo de Quetzaltenango recordará siempre a ese gran bombero que desde ahora ya no lo tenemos más, se apagó la sonrisa del 'conejo´…”, expresó entre sollozos.

La unidad contra incendios 894 fue testigo mudo de la muerte de Camey. En ese vehículo, el socorrista salió a atender la emergencia, en los locales anexos al mercado Minerva, zona 3, donde perdió la vida.

En honor a Camey, las altas autoridades bomberiles nombraron a la unidad como el socorrista caído. En esa misma motobomba fueron trasladados los restos de Camey hasta el cementerio general, donde le dieron el último adiós.