LE PUEDE INTERESAR
Los asistentes recordaron anécdotas vividas en el antiguo edificio que aún es un atractivo del Centro Histórico, afirmaron que el patío en muchas ocasiones se convirtió en una cancha de fútbol.
“Estamos celebrando el Día del Telegrafista que se celebra el 27 de abril en honor al nacimiento de Samuel Morse, inventor del telégrafo. Estamos muy contentos y felicidad de venir aquí al edificio donde dejamos parte de nuestra vida, nos prestaron el lugar para hacer la celebración”, indicó Cifuentes, quien trabajó en Quetzaltenango como radiotelegrafista por 20 años.
El presidente de la junta directiva es originario de Huehuetenango, trabajó en la Capital y posteriormente en Quetzaltenango donde se jubiló, cada vez que camina por la zona 1 de Xela y pasa frente al edificio donde fue la celebración, recuerda “bellos” momentos con sus compañeros.
“Hay tantos recuerdos que no podría decir cuál es el más grande, recuerdo muy bien el terremoto del 76, aquí lo pasamos y en el segundo nivel se sintió con mayor intensidad, no pudimos salir porque teníamos instrucciones de no abandonar nuestros puestos”, recordó Cifuentes.
#HistoriaXela
Con marimba, un almuerzo y otras actividades, los extelegrafistas de la región celebraron su día en el histórico edificio de Correos y Telégrafos de Quetzaltenango. pic.twitter.com/LlctpZIHxZ— elQuetzalteco (@elQuetzalteco) April 27, 2019
Además lamentó observar el lugar “deteriorado” y afirmó que se ha intentado su reparación pero los trámites en la Oficina del Centro Histórico han complicado que se concreten.
“Este edificio fue donado por un señor, Narciso Estrada, cuando el telégrafo entró a Quetzaltenango fue una novedad y él donó la construcción; se ha querido repararla y pintarla pero el reglamento del Centro Histórico no lo ha permitido”, afirmó el presidente.
Los telegrafistas de la región se reúnen una vez al año para celebrar su día, para el 2020 la sede será Huehuetenango. Con música, un almuerzo, lectura de mensajes y otras actividades, los homenajeados celebraron y algunos se reencontraron después de “varios años” de no verse.
Lea además: Con nombre y apellido, SAT pide a usuarios que lleguen por sus paquetes
Uno de los asistentes fue Germán Aldana Rivas, de 65 años, médico y telegrafista, quien recordó principalmente “las chamuscas” en el patio del edificio.
En 1976 Aldana migró desde Usumatlán, Zacapa a Quetzaltenango, recuerda que a los 11 años empezó a trabajar en Correos y Telégrafos, donde gracias “a los turnos” posteriormente le permitirían estudiar medicina.
“Sigo siendo el cuate de telégrafos. En mi pueblo no había mucho trabajo, ni mucho que hacer, soy de una familia muy humilde y el único recurso que había era dedicarme a un oficio como el telégrafo, así empecé a los 11 años, después de que Salí de la primaria, a los 13 ya tenía una plaza presupuestada y fui ascendiendo, después me hice médico, sostuve mis estudios siempre”, relató.
Los telegrafistas aseguraron que el edificio representa “nostalgia” y “recuerdos”, agregaron que es importante que las “nuevas” generaciones conozcan la historia de Xela para valorar sus construcciones.
Contenido relacionado
Descubren oficina de espionaje en Correos en 1993
¿Aislados ante el mundo? Países suspenden envío de correo a Guatemala
Datos para la historia del Correo en Guatemala