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Recuerda que en la primaria su maestro Víctor Yax lo motivaba a continuar con el talento que tenía, incluso gestionó una beca en México, pero no se concretó. Al concluir el diversificado en el Instituto Normal para Varones de Occidente (Invo), el pintor continuó con sus sueños y en varias ocasiones ganó el Certamen Nacional de Pintura Arturo Martínez.
A pesar de que sus compañeros le aconsejaban no viajar a la capital, Aguilar decidió retarlos y lo hizo. “Decían que en Guatemala había críticos muy fuertes, porque no querían a los de Xela y que me iba a desilusionar, y en efecto, la crítica era muy fuerte, pero tenía cosas ciertas, pues debía iniciar un proceso académico intenso”, aseguró.
Su primer reto en la capital fue en la Bienal de Arte Paiz, donde compitió como artista invitado. En la primera ocasión ganó el tercer lugar, lo intentó una segunda vez y obtuvo el primero. “Estaba muy temeroso porque participaban artistas como Efraín Recinos”, relató.
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Gracias a una beca que obtuvo para estudiar en Francia, el pintor pudo viajar al viejo continente, donde después expondría sus obras de arte. “Recuerdo una exposición en Italia, iba en camino con mi esposa y mi hija cuando la encargada de la galería me llamó y me dijo que ya habían vendido la mitad de la exposición. Mis obras están en muchos países, son tantos que no podría decir uno por uno”, relató.
Otra faceta del artista fue la pedagogía del arte, y para empoderarse en el tema viajó por Estados Unidos y conoció varias escuelas. “En América Latina hay una debilidad en la pedagogía del arte, no es solo enseñar un oficio, el arte es un lenguaje para decir cosas importantes, hay que descubrir ese lenguaje”, explicó.
En la década de 1980, Aguilar fue parte por 12 años de la Escuela de Arte de Aldeas Infantiles SOS, con sus alumnos ganaron concursos internacionales. “Recuerdo que en Alemania había un concurso para hacer la portada de un disco de artistas locales de ese país, uno de mis estudiantes ganó”. El pintor también fue promotor de la fundación de la Escuela de Artes Plásticas de Quetzaltenango.
“Mi idea nunca ha sido andar en el carro más lujoso, sino lo más importante es llenarme de satisfacciones, conocer museos y ver buenos espectáculos de arte”, afirmó.
Con satisfacción, el artista observa a una nueva generación de pintores en Quetzaltenango, algunos fueron sus alumnos. “Hay una nueva generación de pintores que hacen cosas extraordinarias, siempre tuve salpicaditas en ellos porque los motivé a hacer cosas fuera de lo común”, concluyó.
La tarde del viernes próximo, en el Centro Cultural Efraín Recinos el artista recibirá un reconocimiento por su trayectoria, algo que lo hace sentirse orgulloso. Para ese momento especial ha preparado una recopilación de reportajes, fotografías, libros y otros documentos que comprueban sus logros nacionales e internacionales.
“Se le entregará la orden Efraín Recinos al maestro Rolando quien pondrá las huellas de sus pies frente al centro cultural, esto representa la huella que como artista ha dejado para que los nuevos talentos los sigan. Esto se hace en conjunto con Interbanco”, dijo Rogelio Díaz, director del Centro Cultural Efraín Recinos.
La orden Efraín Recinos se entregó por primera vez el año pasado y se planea que sea una cada año, al menos hasta el 2021. “Es una gran satisfacción permitir que el artista sepa que deja un gran legado a la población, es importante reconocerlos en vida, ellos se sienten bien, es diferente cuando ya están muertos”, dijo Díaz.
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