Alfredo López Recinos, vecino de la zona 1 de Xela, criticó que en la terna que se presentó para el cargo de gobernador estén incluidos Francisco Santos, diputado electo por el desaparecido Partido Patriota en el 2012 que no asumió por ser contratista del Estado-, y Juan Rosales, exsindicalista en el Hospital Regional de Occidente, quien tiene vínculos con el diputado Pedro Méndez, del partido Todos.
El tercero de la terna es Julio César Quemé Macario, quien funge como director técnico 2 en el Consejo Departamental de Desarrollo de Jutiapa, según el directorio de empleados de la Secretaría de Coordinación Ejecutiva de la Presidencia.
“Ninguno de los tres tiene el perfil para asumir el cargo, son gente de la vieja política”.
“Ninguno de los tres tiene el perfil para asumir el cargo, son gente de la vieja política, mucho menos que un exsindicalista que ha tomado carreteras sea una autoridad digna, yo rechazo esa terna y ojalá y mi voz sea escuchada”, detalló López. Alfredo Velásquez, líder comunitario del Valle del Palajunoj, área rural de Xelajú, dijo que es necesario que el mandatario no le dé credibilidad a ninguno de los tres candidatos propuestos.
Julio Díaz, de sociedad civil de Quetzaltenango, dijo que están a la espera de que el debido proceso continúe y quien tiene la responsabilidad es el presidente Morales, ya que tiene en sus manos la terna de candidatos.
“Queremos aclarar que el proceso lo hicimos a finales del 2015 e inicio del 2016, para ese entonces las personas que están en la terna tenían un estatus, el cual podría ser diferente al día de hoy”, comento Díaz.
César Milián, presidente de la Asociación de Abogados de Quetzaltenango, señaló que el mandatario debe asignar en el puesto a un profesional activo que sea conocedor de las obligaciones que se tiene en el ejercicio de las funciones.
Se trató de conocer la versión de Ávila, pero no respondió las llamadas hechas a sus teléfonos celulares y no se encontraba en la Gobernación.