Mario de León, productor de miel, dijo que la intensa mortandad de abejas, la cual ha causado la reducción de apiarios
y la extinción de colmenas, se debe al cambio climático.
“La poca floración en el campo ha causado que las abejas no tengan alimento. En años anteriores, una colmena producía hasta 80 libras de miel; ahora no llega ni a 20 libras”, comentó De León.
Añadió que a esa situación se suma el bajo precio de la miel en el mercado. El año pasado, en el mercado nacional, se vendió a Q1 mil 25 el quintal, y ahora está a Q675.
Bartolo Tevalán, otro productor, manifestó su preocupación y dijo que son unos 20 mil los afectados en Retalhuleu y la zona costera de Quetzaltenango por la extinción de colmenas, a causa de la mortandad de abejas.
Apoyo
“Es lamentable recoger grandes cantidades de abejas muertas fuera de las colmenas, pues muchos dependemos de la producción de miel para llevar el sustento diario a nuestras familias”, dijo Tevalán.
“Pedimos a las autoridades que nos apoyen y envíen a técnicos para que investiguen las causas de la mortandad y nos asesoren sobre el cuidado de las colmenas y la comercialización”, añadió.
El agrónomo Édgar Girón, experto en apicultura, indicó que se promueven capacitaciones dirigidas a apicultores, en las cuales se les enseñan técnicas para el cuidado de las colmenas, así como en la producción de jalea real.
“Para julio de este año se tiene programado un taller con apicultores del país, sobre la producción de plantas propias para la floración y de esta manera contar con el alimento adecuado y suficiente —néctar— para las abejas”, agregó Girón.