El joven es un estudiante de dibujo en construcción, y desde que era niño se sintió atraído por la plastilina, con la que ahora demuestra sus habilidades al construir complejas estructuras.
El trabajo de Rivera llama la atención de arquitectos e ingenieros, quienes quedan sorprendidos por la facilidad con la que moldea las estructuras.
Rivera recuerda que gracias al apoyo de sus padres, durante su niñez hizo 15 obras, entre ellas la iglesia de Notre Dame y Santa Sofía.
“Desde hace cuatro años hago obras más grandes. Ahora trato de explotar mi creatividad al máximo. Espero exponer mis trabajos muy pronto en el centro cultural Casa No´j de Xela”, comentó Rivera.
Los trabajos del joven quetzalteco destacan por su tamaño, ya que algunos superan el metro cuadrado y, según él, no hay registros de que en Guatemala otra persona se dedique a esa actividad, por lo que escribió a los récord Guinness para que lo tomen en cuenta en el prestigioso certamen.
Telma del Rosario Castillo Lara, madre de Daniel, explicó que su hijo demostró creatividad desde pequeño, por lo que siempre lo han apoyado para que salga adelante en lo que le gusta hacer.
“Dios ha puesto un gran talento en mi hijo, me siento orgullosa y lo apoyamos porque tiene creatividad y conocimiento”, comentó Castillo.
Alfombra
En abril del 2014, representantes del Récord Guinness hicieron entrega de la certificación que acredita que Guatemala logró la alfombra más grande del mundo, la cual fue elaborada en el Paseo de la Sexta Avenida, en la zona 1 capitalina.
El documento entregado al concejal segundo de la comuna capitalina, Víctor Martínez y al arzobispo, Óscar Julio Vian Morales, y la jueza Evelin Herrera, quien viajó desde Estados Unidos, verificó la longitud de la alfombra y certificó el Récord Guinness.
El Récord Guinness de la alfombra más grande del mundo se logró con la elaboración del diseño que midió 2 mil 12 metros de largo, la cual se elaboró desde el parque de Jocotenango, en el Hipodrómo del Norte, zona 2, y concluye en la 18 calle de la zona 1.
Para dicha alfombra se utilizaron 12 mil libras de aserrín, y se trabajaron 10 colores. En la tarea trabajaron 5 mil jóvenes voluntarios desde las 3 horas de la madrugada.
