La familia Pérez Chan es un ejemplo para muchas, pues desde que decidieron poner su granito de arena para cuidar el planeta, cada integrante tiene una tarea establecida que cumple con mucha motivación y dedicación.
Abner Pérez Chan, de 19 años, el hijo mayor, es el encargado de reciclar el papel, bolsas plásticas, vidrio y chatarra electrónica.
“Me gusta mucho esta labor. Los fines de semana me encargo de ordenar el material reciclable, por ejemplo, ordeno los periódicos y revistas en costales, lavó las bolsas plásticas y los frascos de vidrío como los de café, mostaza o mayonesa, los cuales en su mayoría son reutilizados”, explicó.
Pérez señaló que ha encontrado mucha chatarra electrónica pero que no hay una recicladora que los compre en Xela.
“Reciclamos celulares, cables eléctricos, monitores y controles de televisores que ya no funcionan, pero no hemos encontrado un lugar donde los compren y consideramos que es indispensable, pues este tipo de reciclaje cada día va en aumento”, detalló.
Manuela Chan, madre de familia, explicó que en la parte de atrás de su vivienda habilitaron un área exclusiva para colocar los desechos.
Manifestó que los volantes, revistas, recibos o comprobantes también son incluidos en el papel que es vendido en las recicladoras.
Chan comentó que las botellas plásticas de gaseosas las reutilizan para guardar agua en la refrigeradora, mientras que las de vidrio las usan para guardar especies como tomillo, pimienta, sal y consomé.
“Los cartones de huevos y las bolsas plásticas las devolvemos en las tiendas para que ellos también las reutilicen”, expresó.
La ama de casa agregó que el material que no reutilizan lo venden para agenciarse de fondos.
Dinero
El ecologista Mario Mansilla indicó que en Quetzaltenango hay poca cultura para implementar en los hogares las tres erres: reducir, reutilizar y reciclar.
“Es necesario concienciar a las familias sobre cómo se puede reciclar y obtener dinero, pues muchas cosas se tiran sin saber que las pueden reutilizar o vender”, indicó.
Manifestó que es necesario que en los diferentes centros educativos públicos y privados se prohíba el uso de utensilios desechables y que cada estudiante lleve sus propios platos y vasos.
“Lo importante es que cada persona este consciente que con el reciclaje no solo se contribuye a cuidar el planeta, si no que también se puede ganar dinero, pues si no fuera rentable, no existirían las recicladoras” expresó.
