POT divide a vecinos y autoridades de Xela 

La implementación del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), en la ciudad de Quetzaltenango divide a vecinos y organizaciones, al grado que la comuna lo suspendió de manera temporal, luego de una     protesta en la que se impedía el paso al vertedero local.

La propuesta de implementar el POT ha causado manifestaciones en el área rural de Xela. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL).
La propuesta de implementar el POT ha causado manifestaciones en el área rural de Xela. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL).

El   10 de noviembre último, el Concejo decidió que luego de la publicación en el Diario Oficial —que aún no se ha hecho— el POT sería suspendido por 30 días, mientras se socializa en las comunidades; sin embargo, líderes comunitarios piden que ese tiempo se extienda un año.


“Quieren que la suspensión sea de 365 días hábiles. Hay derecho de petición, pero es mucho tiempo. Estamos trabajando con ellos y la mayoría tiene buena voluntad.  No podemos suspender una ley tanto tiempo”, comentó el alcalde Luis Grijalva, quien añadió que la propuesta no es viable, pues es urgente que el POT entre en vigor.

De acuerdo con líderes comunitarios, los 30 días de suspensión que propuso la comuna son insuficientes para visitar las 24 comunidades del área rural y dar a conocer en qué consiste el Plan.

“Se solicitó al alcalde y al Concejo más tiempo para analizar el tema. Se ha platicado de visitas y asambleas comunitarias, lo que llevaría tiempo porque la población puede asistir solo los fines de semana”, dijo David García, alcalde comunitario de Pacajá Bajo.

“Sería lamentable que el Plan quede suspendido por tiempo prolongado. Atrasaría el cumplimiento del reglamento que es indispensable para ordenar el municipio.  Con los nuevos centros comerciales y otras construcciones, el próximo año se van a dar problemas complejos de viabilidad, agua —entubada— y drenajes”, explicó el urbanista Luis Castillo.

Agregó que la comuna debe ser estratega para no desatender las demandas de las comunidades rurales y urbanas, pues estas tienen características diferentes, las cuales giran en torno a sus necesidades.

“Hay que buscar un balance, porque el soporte del funcionamiento de muchos servicios del área urbana están en el área rural, la producción agrícola y los bosques”, señaló Castillo.

Para Luis Fernando Gómez, integrante de la Asociación Sacándole Brillo a Xela,  no se debe negociar con un plan que será de beneficio para el futuro de la ciudad.   “El POT debe permanecer vigente. El Concejo tiene la oportunidad de demostrar que tiene la autoridad de hacer reglamentos en el municipio. Suspenderlo es una muestra de debilidad institucional. Se trata de un plan a mediano y largo plazo para beneficio de todos los quetzaltecos”, dijo.

El sector empresarial de Quetzaltenango también muestra preocupación por el destino del POT, pues se necesitaron muchos años de análisis por parte de varios sectores para llegar a ese punto.

Jorge García, presidente de la Cámara de Comercio filial Quetzaltenango, estima que el Concejo debe tomar en cuenta el tiempo que se necesitó para lograr el Plan, y que de acuerdo con su percepción, es el momento idóneo para que cobre vigencia.

Planificación 

El POT es una herramienta básica de planificación integrada por las normas técnicas, legales y administrativas que buscan  regular y orientar el desarrollo del municipio, incluyendo  espacios públicos, transporte y áreas de riesgo.

No es impositivo

De acuerdo con el alcalde Luis Grijalva, el POT contempla que cada comunidad elabore su plan de desarrollo, basado en el espacio de calles y necesidades de parques y escuelas.  “No es   impositivo, no se puede trazar una nueva ciudad, pretendemos que lo que venga a futuro tenga una mejor planificación”, dijo el jefe edil.