La suspensión del servicio ha obligado a los usuarios a buscar otro tipo de transporte para llegar a su centro de estudio o trabajo en la ciudad de Xela.
Pilotos que no se identificaron indicaron que desde hace varios meses son víctimas de extorsión y que temen por su integridad física, por lo que decidieron no laborar.
“Hoy me hicieron favor de traerme unos conocidos porque trabajo aquí en Xela, pero para regresar tendré que buscar alguien que me lleve en su vehículo”, indicó Flor de Maria Cifuentes, usuaria de Cabricán.
Alfredo Pérez, comisario de la Policía Nacional Civil (PNC), afirmó que efectúan operativos y los agentes abordan autobuses para prevenir actos ilícitos.
Añadió que un equipo de investigadores trabaja en el tema de las extorsiones que afecta a los transportistas. Agregó que los delincuentes cometen los ataques en la zona urbana de Xela, ya que temen ser linchados si actúan en los municipios de donde proceden las unidades.
Extorsiones afectan a Quetzaltenango
La extorsión es un crimen que se ha acentuado en esa ciudad desde hace cuatro años, comentó en mayo del 2015 el presidente de la filial de la Cámara de Comercio de Guatemala en Quetzaltenango, Alfredo Palmieri.
A su juicio, este aumento se debe a las “migraciones de los grupos delictivos, que al ser combatidos en la capital, automáticamente encuentran un nicho más cómodo en Quetzaltenango”.
Palmieri explicó que, de los agremiados a su filial, al menos el 5 por ciento han denunciado ser víctiman de extorsiones por parte de delincuentes, entre los cuales se encuentran perfiles tan variopintos como empresarios o dueños de comercios locales.
En esa ocasión, la Asociación de Transportistas de Quetzaltenango (ATQ), que agrupa al 85 por ciento de los transportistas de esa ciudad y que no pertenece a la Cámara de Comercio de Guatemala, contabilizó que cerca del 75 por ciento de sus socios son víctimas de extorsiones.
“De alguna manera, los delincuentes hacen llegar, por medio de menores de edad, un teléfono celular a los pilotos, quienes después deben entregarlo al propietario del bus porque, de no hacerlo, su vida corre peligro”, relató Estuardo Miranda, vicepresidente de esa organización.
Ataques contra pilotos
El 24 de junio del 2015, un ataque armado perpetrado contra un autobús dejó como saldo al piloto y ayudante muertos en la zona 3 de la cabecera de Quetzaltenango, mientras que un día anterior otro conductor de un microbús también fue víctima de la violencia contra transportistas.
En febrero del mismo año, el paro en el servicio de transporte extraurbano en Cabricán y Huitán, Quetzaltenango, afectó a miles de usuarios, ya que al menos 20 unidades no circularon debido a las extorsiones, indicó un empresario de buses que no quiso ser identificado.