Oscar García, vecino de Tierra Colorada Baja, dijo que caminó tres kilómetros para llegar a hacer sus comprar de materiales de construcción en Xelajú.
“No hay buses y los picops cobran Q5 por persona para trasladarnos a Xela, lo cual afecta a la población”, dijo García.
Comentó que es “penoso” que los propietarios del transporte urbano paralicen el servicio sin informarle a los usuarios.
“Las autoridades deben tomar medidas contra las extorsiones, pues no es justo que los pilotos y usuarios seamos los más afectados”, expresó.
José Jocol, vecino de Las Majadas, señaló que varios vecinos no pudieron salir de la comunidad por la falta de buses y los que tenían vehículos cobraban hasta Q10 de pasaje, cuando el mismo en los colectivos es de Q3.
“Esta medida por parte de los propietarios de los buses ha afectado a miles de vecinos de escasos recursos. No podemos pagar tanto de pasaje porque no tendríamos para comer y lo que ganamos como vendedores es poco. Es urgente que las autoridades resuelvan el problema de las extorsiones porque los más afectados somos los pobres”, expresó.
Abelina García, afectada, comentó que esperó 40 minutos un bus en Llanos del Pinal, pues no sabía que habían suspendido labores, por lo que decidió regresar a su vivienda.
“Desconocía que no había servicio de bus, algunos vecinos me dijeron que fue porque los pilotos fueron intimidados por extorsionistas, lo cual les generó temor”, señaló.
De acuerdo con directivos de los consejos y alcaldes comunitarios de Quetzaltenango (Coalco), en Valle de Palajunoj, el cual está integrado por 10 comunidades, residen más de 25 mil vecinos, entre ellos, los que habitan en Las Majadas que se ubica a cuatro kilómetros del centro de la ciudad.