Parientes informaron que se trata de Juan Gómez Alvarado, de 48 años, y su esposa Fermina Mejía Mejía, de 44, quienes tenían unos 20 años de producir helados.
Añadieron que la noche del viernes último hubo un corte de energía eléctrica la aldea La Cumbre, en el referido municipio de Quetzaltenango, lo que originó que la pareja utilizara un generador de energía para evitar que la materia prima para la elaboración de helados se arruinara.
Poca ventilación
Resaltaron que el local que alquilaban carecía de ventilación, lo que causó que el monóxido de carbono se acumulara y fuera inhalado por Gómez y su esposa, quienes habían decidido dormir en el inmueble, mientras se restablecía el servicio.
Mercedes Hernández, familiar de los fallecidos, recordó que los buscaron desde el mediodía del sábado último, para invitarlos a la cena de Navidad, en la casa de unos de sus hijos mayores.
“Los llamaron a sus celulares y no contentaron, los fueron a buscar donde venden y dijeron vecinos que no los habían visto; además, en la casa de ellos se pudo notar que no llegaron a dormir lo que generó preocupación”, explicó.
Abren local
Hernández, muy consternada, narró que fue hasta eso de las 20 horas del sábado último que decidieron abrir el local, donde tenían la fábrica de helados y la sorpresa fue grande al encontrar ambos cadáveres.
“Ya no hubo cena de Noche Buena y menos Navidad, a ellos los hallaron muertos en una área de descanso que hay en el local. La planta ya ni gasolina tenía, fue triste verlos allí”, explicó.
José Rosales, fiscal del Ministerio Público, dijo que la pareja murió por haber inhalado monóxido de carbono.