Vecinos y comerciantes que residen en la ribera del referido río, en Quetzaltenango, piden a las autoridades que frenen la contaminación del afluente, sobre todo en época seca.
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Mauricio Recinos, quien reside en la 14 calle de la zona 2, aseguró que en verano se intensifican los olores fétidos, debido a que el caudal baja y se acumulan las aguas servidas provenientes de las zonas 9, 6, 5, 3 y 2 de Xelajú.
“En toda la orilla, por la 14 calle —entre las zonas 2 y 6— hay cientos de viviendas, y desde la administración de Jorge Barrientos se solicitó que durante la época seca se canalizara el agua, pero nunca se hizo y la pestilencia, tanto al mediodía como de noche, en ocasiones no se aguanta”, manifestó.
El dueño de un hotel cercano al puente Domingo Bethancourt, entre las zonas 1 y 6, explicó que la falta de tratamiento en las aguas servidas causa problemas, ya que la contaminación del río ha alejado a los clientes.
“Yo sé que la contaminación no la causan las autoridades, sino la población, pero necesitamos que tengan alguna alternativa para que el río no emane malos olores, ya que eso provoca que nuestros clientes no vengan a hospedarse y nos han reclamado porque no pueden dormir a causa de los malos olores, y ellos tienen razón”, aseguró.
Gildardo Velásquez, residente de la 0 calle de la zona 5, comentó que en ocasiones han tenido que echar cal en la orilla del río, en busca de que disminuya la fetidez.
Tiran basura
“Pese a que estamos a cien metros del río, los malos olores se sienten muy fuertes, pues hay vecinos que tiran basura en la parte alta, sin respetar que en la zona baja es donde hay más viviendas”, dijo Velásquez.
“Sugiero a la Municipalidad que vea el problema, porque está de por medio la salud de todos los vecinos y de los niños”, agregó.
Evelyn Sajquim, supervisora de Drenajes de la comuna, informó que evalúan el río Seco para determinar el grado de contaminación que lo afecta y así definir qué tipo de planta de tratamiento deberían construir.
La funcionaria edil descartó por ahora la construcción de una planta de tratamiento de aguas residuales y explicó que se trabaja en una de estas, pero trataría el agua que llega al río Xequijel, en Cantel.
“Hemos hecho trabajo de campo y solicitado a las tenerías que eviten que los desechos que producen caigan en el río. Además, hemos pedido a vecinos que residen en la ribera que no descarguen los drenajes de sus viviendas en el río, pues no está permitido”, aseguró.
Llega al Pacífico
Leonel Estrada, técnico del Ministerio de Ambiente, explicó que han solicitado a la municipalidad que las aguas servidas que llegan al río Seco sean tratadas; sin embargo, no se han atendido las recomendaciones.
“Hay un alto grado de contaminación en el río Seco y lo preocupante es que afecta a los pobladores y el ambiente, porque desemboca en el Salamá y este llega al océano Pacífico.