La historia de la fábrica y venta de piñatas, ubicada en la zona 3 de Xela, inició hace 25 años, cuando Sara Nimatuj se quedó sin empleo días después de haberse casado.
“Cuando uno de mujer se casa hay empresas que nos desechan”, refirió.
Ahora, Sara se enfrenta a otro reto, superar la crisis económica por el coronavirus, aunque su principal aflicción son los trabajadores y las familias que dependen de la venta de piñatas.
Desde el 16 de marzo, Nimatuj observó una disminución en las ventas. “Somos varias familias las afectadas, pero luchamos por promover la compra de piñatas, por ahora no se pueden hacer grandes cosas, ni celebraciones, pero en familia pueden quebrar una piñata”, comentó.
Para innovar el producto se decidió diseñar piñatas con mascarilla, lo que llamó la atención de los vecinos.
A causa de la crisis sanitaria por el coronavirus y la reducción de ingresos en la venta de piñatas, la mujer deicidio organizar a su equipo de trabajo por turnos, el grupo está formado por tres integrantes de su familia y 10 colaboradores.
Nimatuj asegura que “no hay que dejar de vivir” y que “en familia” se puede quebrar una piñata sin salir de casa y solo con los integrantes del hogar.
“Tenemos que buscar formas de salir adelante y solo pedimos que nos permitan trabajar, sabemos que esto no es culpa de nadie, pero debemos luchar por nuestro sustento diario. No vendemos un producto de primera necesidad, pero para nosotros si son, porque con eso compramos nuestros artículos”, expresó.
Los fabricantes de las piñatas consideran que hay familias que tienen los recursos económicos para celebrar el cumpleaños de los niños y pueden solicitar a domicilio una piñata, “sin salir de la casa pueden tener una experiencia agradable”.
Los precios de las piñatas oscilan entre Q20 y Q45 y también se ofrecen dulces y otros productos y pueden solicitarse al número de WhatsApp 51332339.
“Decidimos colocarles mascarilla para incentivar a los pequeños que no se la quiten, porque los niños son los que tienen más problema con la mascarilla. A causa de la necesidad que pasamos el personal estuvo dispuesto a entregar los pedidos a pie porque vivimos de lo del día. Lo que buscamos son soluciones”, indicó.
Nimatuj relató que intentó ser parte de los programas de ayuda del Gobierno, pero ante la falta de respuesta optó por buscar una alternativa. “No me quedo quieta, vi que no teníamos ninguna ayuda y no accedíamos a nada, entonces pensé en promover nuestro trabajo”, dijo.