Con esos inventos, los creadores, estudiantes del grupo Enactus Cunoc, de Quetzaltenango, ganaron un premio a nivel nacional.
Los universitarios buscan, por medio de sus creaciones, ayudar a emprendedores y al desarrollo de familias. Por lo general, un horno artesanal con características industriales, como el que elaboran, tendría un costo de Q24 mil, y el invento tendría un precio de Q10 mil —Q8 mil del costo más Q2 mil para invertir en otros proyectos sociales—.
Los voluntarios efectuaron un estudio que reveló que el 67 por ciento de las personas que estudian carreras técnicas, en las cuales se necesitan de estos hornos, como repostería, están desempleadas y no pueden comenzar su propio negocio por lo caro de las máquinas.
“No nos interesa lucrar con los inventos”, dijo Christian Rivera, estudiante del séptimo semestre de Ingeniería Civil del Centro Universitario de Occidente (Cunoc) y presidente del grupo de voluntarios.
Generador de energía
Otra iniciativa de los universitarios es la creación de un generador de energía por medio de imanes, idea que surgió luego de que se percataran del excesivo consumo de energía eléctrica. Tras unir sus conocimientos, empezaron las primeras pruebas y luego elaboraron un generador a un costo de Q400; no obstante, aún no es viable para ser utilizado en los hogares.
Para crear un generador de uso domiciliar, el grupo necesitaría unos Q6 mil y, como la mayoría de voluntarios son estudiantes, no cuentan con los recursos para cumplir con su propósito.“El generador no contamina el medioambiente, Nuestro propósito es sufragar ese servicio y enseñar el uso correcto de la energía eléctrica, ya que muchas veces se desperdicia”, comentó Rivera.
“Nuestro propósito es crear proyectos autosostenibles, basados en la política del pescador. Nosotros no regalamos las cosas porque eso solo serviría un día, lo que hacemos es apoyar para que bajo sus conocimientos y esfuerzos las personas generen ingresos”, afirmó Rivera.
Los jóvenes han organizado diversas actividades para recaudar fondos, pero por el momento les ha sido imposible reunir los Q14 mil que faltan para concluir los proyectos.
“En lo que buscamos recursos para trabajar debemos prestar atención a la universidad, que es prioridad”, expuso Álex García, estudiante del décimo semestre de Ingeniería Industrial y vicepresidente del Enactus Cunoc.
Este año, los jóvenes decidieron comenzar un proyecto de tutorías a bajo costo para niños de las áreas rural y urbana, lo que permite a los universitarios agenciarse de fondos.
Obtienen premio
Hace poco, los jóvenes ganaron en la capital el premio Mejor Reporte Anual, del certamen Social Enterprise Summit. El grupo multidisciplinario, que cuenta con estudiantes de Derecho, Odontología, Arquitectura, Medicina, Trabajo Social e Ingeniería, presentó un informe del trabajo del último año en el cual expusieron los proyectos que emprenden.