“Mi hermano era una buena persona, él nos daba consejos y era un buen ejemplo para nosotros. Estoy segura de que si no hubiera tenido que migrar estaría aquí con nuestra familia y no muerto”, indicó la hermana de Juan José, Miriam Elizabeth, 18.
Juan José Casimiro Paxtor, quien murió el 14 de mayo último, era el mayor de cinco hermanos. Hace cuatro años emigró de La Esperanza, Quetzaltenango, a EE.UU., donde se reunió con su mamá y un hermano. Tres años después, otro de sus hermanos llegó a ese país.
“Cuando se fue a EE.UU. tardó 15 días en llegar y era una gran angustia, ahora la pena es mayor y con mucho dolor porque no podemos tener sus restos para sepultarlo; mientras no lo hagamos no podemos estar en paz”, dijo la hermana.
De acuerdo con el reporte de la Policía de Austin, el incidente ocurrió la madrugada del sábado 14 de mayo pasado en un complejo de apartamentos. Según testigos ese día se originó una discusión y la victima trató de calmar a uno de los implicados, quien le disparó por la espalda. Según la investigación policial, el principal sospechoso del hecho es mexicano.
Familiares explicaron que contrataron una funeraria para el traslado del cuerpo, pero debido a que el Gobierno de EE.UU. no ha entregado un documento necesario para los trámites, no han podido repatriarlo, por lo que piden a las autoridades agilizar los trámites para que el cuerpo de su pariente pueda estar pronto en Guatemala, ya que han pasado más de 15 días desde el hecho.
“Recuerdo que en una ocasión, cuando yo era niña, quería una muñeca, pero mi mamá no me la pudo comprar; entonces mi hermano lo hizo y me la regaló. Él era bueno y lo único que quería era trabajar para darle un mejor futuro a mis sobrinos”, dijo Miriam, quien agregó que su hermano trabajaba en Texas como cocinero y agricultor, mientras que en La Esperanza era mecánico.
“Pedimos a las autoridades que se aclare el crimen y que se juzgue al responsable. Queremos que tanto las autoridades de EE.UU. como de Guatemala colaboren para que se haga justicia”, manifestaron los familiares.
Juan José ayudaba en los gastos a su familia con el dinero que obtenía de su trabajo en Texas. Dejó dejo en la orfandad a dos niños de 4 y 8 y años.
Otro caso
Lo que sería una fiesta de bienvenida, en octubre del 2015, se convirtió en duelo para la familia Samayoa Véliz, al enterarse de que su hija Miriam, de 28 años, a quien esperaban con tanta ilusión, había muerto quemada en un apartamento, en Queens, Nueva York, donde vivía con su novio, Carlos León.