Rodas Puertas, quien es gemela, recuerda que su hermana falleció cuando tenían 6 años, a causa de una enfermedad.
Familiares de doña Rosita, como la conocen, se sienten contentos de que haya llegado a un siglo de vida.
Un 23 de abril de 1918, nació en la finca Las Gemelas, San Marco; sin embargo, la mayor parte de su vida ha radicado en Quetzaltenango, ciudad que la adoptó y donde hizo su vida profesional y familiar. También vivió en Coatepeque y ha viajado a Estados Unidos con sus hijos.
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“Siento alegría porque estoy con mi familia, el Señor sabe por qué lo hace. No he molestado ni ofendido a nadie, siempre le doy gracias a Dios; estoy bien de salud, pero tengo artritis”, comentó doña Rosita.
Tiene cuatro hijas y cinco hijos, 13 nietos, nueve bisnietos y seis tataranietos quienes le brindan amor y han sido vitales para llegar a esta edad. Su esposo Luis Samayoa falleció hace años.
Doña Rosita recuerda que pocos días después de que su hermana muriera, ella se salió de la finca donde vivía y fue encontrada en la orilla de la carretera. Además, su papá le explicó que su gemela había fallecido.
“Me recuerdo desde cuando era chiquita y de todas las etapas de mi vida, he pasado 99 navidades, agradezco a Dios por todo lo que me ha dado”, señaló.
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Agregó que el secreto para llegar a los 100 años es alimentarse bien. “Me gustan mucho las hierbas como hierba mora, quixtán, pacayas, frutas”.
El próximo 30 de abril sus hijos le harán una fiesta para festejar su centenario y algunos familiares llegaron de México para la celebración.
Su hija Rosy Marina Samayoa Rodas detalló que su mamá es un ejemplo de vida y le agradeció por las enseñanzas.
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