Agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) y fiscales del Ministerio Público (MP) dijeron que el ataúd estaba alterado y la tumba dañada, por lo que recopilaron huellas que servirán como prueba en la investigación.
Jenny Pérez, nieta del difunto, explicó que el hecho fue inesperado y lo catalogó como una falta de respeto hacia los muertos.
“Mi abuelo se fue en paz. Para su entierro vino mucha gente, porque era una persona muy querida en el municipio. Es lamentable que los delincuentes no respeten ni a los muertos, eso no es justo, porque no se les está haciendo daño”, expresó Pérez.
Comentó que como en Olintepeque se tiene la costumbre de inhumar a las personas con sus pertenencias, en el ataúd de su abuelo había ropa, mochila y otras cosas de valor, por las cuales creen que profanaron la tumba.
Vecinos comentaron que es lamentable que los delincuentes no respeten, ni a los muertos.
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“Pedimos y exigimos seguridad en el municipio, porque los vándalos se han incrementado en el sector”, refirió un vecino.
Francisco Lorenzo, especialista en seguridad, explicó que la forma de actuar de los sujetos refleja la delincuencia con características de desprecio al ser humano.
“Se demuestra el desprecio por los fallecidos, es lamentable que ni muertas las personas tengan paz, por eso es necesario que las autoridades actúen de forma inmediata y refuercen la seguridad en el lugar”, comentó Lorenzo.
Un agente de la PNC dijo que investigarán para establecer si los delincuentes robaron objetos de valor.
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