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La historia de los vendedores de la Calle Rodolfo Robles, entre la 15 y 16 avenidas, zona 3, ejemplifica los gastos extras que tienen comerciantes por la inseguridad en la ciudad altense.
El inicio de las extorsiones fue el detonante para que este año los emprendedores decidieran organizarse, instalar timbres y alarmas para que suenen ante un hecho delictivo así como cámaras de seguridad, además colocaron mantas para advertir a los delincuentes
“Solo estamos defendiendo el pan de cada día de nuestros hijos, no queremos cerrar los negocios y queremos trabajar, vamos a luchar para esto. En esta cuadra empezaron a dar teléfonos para extorsionar y ya dispararon a unos cuantos almacenes, dijeron que eran los primeros y por eso nos organizamos”, afirmó un comerciante quien por temor prefirió omitir su nombre.
Cuando una de las alarmas o de los timbres suenen, los demás comerciantes también activarán el suyo, los comerciantes decidieron que cuando esto suceda alertarán a la Policía Nacional Civil y saldrán con pasamontañas o capuchas y palos para detener a los delincuentes.
Aunque las autoridades aseguran que realizan operativos y patrullajes para combatir el incremento de delincuentes, los comerciantes indican que no perciben estos esfuerzos y agregan que no han tenido “mayor apoyo” de las autoridades.
Quienes optaron por un timbre tuvieron que pagar al menos Q100 y para quienes instalaron alarmas el costo osciló entre Q300 a Q500, los comerciantes aseguran que el precio por una cámara de seguridad puede ser de entre Q800 hasta más de Q2 mil 500.
“Desde la perspectiva empresarial es un tema importante porque hemos visto que los índices de inseguridad han aumentado y los costos también, hay empresarios cuyos costos han incrementado por esta razón entre un 5 a 10 por ciento y en las empresas grandes, del 15 al 20 por ciento, cuando esto se traslada a los precios es el consumidor el que resulta afectado”, indicó el economista Denis Rodas.
Agregó que por otro lado hay empresarios que buscan alternativas con Gobernación para contrarrestar este problema. “Los indicios de inseguridad se veían desde hace algún tiempo, veíamos las pintas y el incremento de extorsiones. Quetzaltenango es una ciudad hegemónica y el resultado es la alta migración que también contribuye al aumento de delincuencia”, indicó.
Según Rodas hace falta un plan serio y “sobre todo recursos” para atender la problemática. “Cada empresario toma acciones, pero generalmente son individualizadas. Hay empresas que desde hace seis años ya tenían extorsiones, pero el tema de las mantas se ha hecho más latente, así como otras acciones conjuntas, pero estas deberían ser tomadas por las autoridades”, aseguró Rodas.
Según el analista otro fenómeno que se podría empezar a observar en la ciudad es el incremento de seguridad en colonias y condominios, así como el cierre de calles o cuadras. “Colonias que empiezan a resguardarse o cerrarse, lo que genera otro problema de movilidad. Lo necesario es una estrategia global para minimizar los impactos”.
“Al final ante la inseguridad son las empresas las que terminan tomando los costos y trasladándolos a los consumidores. Como sector comercial organizado es importante continuar con gestiones para que se nos escuche y tener un plan en conjunto con Gobernación. El problema de tomar la justicia por las manos es que nos convertiríamos en una selva, nosotros como sector empresarial lo que pedimos es que las autoridades reconozcan que es responsabilidad de ellos”, concluyó.
Cierran negocio por asalto
Este año un joven había colocado una tienda de productos de consumo diario en la 16 avenida, zona 1, pero una noche ingresaron sujetos y con pistola le robaron lo el dinero de la venta, a causa del susto y las pérdidas el propietario decidió cerrar el negocio.
“Es comprensible que haya preferido cerrar por su seguridad, pero es lamentable que gente trabajadora tenga que sufrir las consecuencias; las autoridades no hacen nada para prevenir y tampoco tienen planes para reaccionar en el momento, cada día hay más jóvenes involucrados en la delincuencia y con menos oportunidades de estudiar o dedicarse a algo positivo”, dijo la persona que rentaba el local al comerciante afectado.
El gobernador de Quetzaltenango, Cesar Quemé, indicó que no podía ocultar el problema de la delincuencia en Quetzaltenango, pero realizan operativos y otras acciones para combatir a los delincuentes.
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