QUETZALTENANGO – Feligreses de la provincia llevan a sus respectivos templos las palmas utilizadas el último Domingo de Ramos, para que sean incinerados y así obtener la ceniza que los sacerdotes impondrán el próximo miércoles.
Proceso
Claudio Chaclán, sacristán del templo de La Merced, zona 2, Quetzaltenango, expuso que entre sus funciones se encuentra recolectar los ramos que los feligreses guardaron el año pasado.
Luego los quema para obtener la ceniza, la cual cuela para tomar la más fina. Esto se hace para que no lastime la frente de quien la recibe.
El Miércoles de Ceniza, antes de la eucaristía, se le agrega agua bendita para que se pueda adherir a la frente de los fieles.
Significado
El sacerdote Juan Francisco Perén Mux, de la orden benedictina en Quetzaltenango, refirió que la conmemoración resalta la corta vida que se tiene en el mundo y que es necesario un cambio de conducta.
El religioso indicó que también se practica el ayuno. “El cristiano debe recapacitar sobre su vida y los cambios que quiere en ella. El ayuno que se practica luego de la imposición de la ceniza no es solo material, sino es emocional y sobre todo espiritual, para retomar nuestro rumbo hasta volver a los caminos verdaderos que llevan a la vida eterna”, explicó.