El caso más reciente se registró en la avenida El Cenizal, zona 4 de Xelajú, el domingo último, cuando un conductor le pidió a otro que se condujera en su carril, pues ocupaba los dos. Este respondió con disparos que impactaron en el vehículo.
Aunque solo se reportaron daños materiales, la víctima sufrió momentos de pánico, al igual que su esposa, quien lo acompañaba a un culto religioso.
Ese hecho ocurrió en un sector donde se carece de cámaras de videovigilancia públicas, solo hay privadas, informó la auxiliar fiscal Marta Rivas, por lo que señaló que se hará el proceso de ley para solicitar las imágenes que puedan ayudar en la investigación.
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“Por el momento estamos en investigación, ya que se observan varias cámaras en el lugar, por lo que hacemos las diligencias respectivas. Además, recabamos ocho indicios en la escena, entre cartuchos, casquillos y proyectiles de arma de fuego”, detalló.
Aunque la balacera del fin de semana último causó diversas reacciones en la población, autoridades y ciudadanos reconocen que la intimidación con arma de fuego por parte de pilotos molestos es algo que sucede con frecuencia, así como los insultos y agresiones físicas.
“Hace aproximadamente un mes iba por la zona 3 de Xela, el piloto de un picop se conducía de forma imprudente, pasaba de un carril a otro sin precaución, esto me molesto por lo que le bociné, entonces sacó un arma de fuego y apuntó hacia arriba, disminuyó la velocidad y me gritó palabras obscenas”, cuenta una mujer que prefirió omitir su nombre.
“Después de eso intenté cambiar mi ruta pero él empezó a seguirme hasta que llegué al condominio donde vivo, le dije al guardia lo que sucedía, él solo esperó a que yo entrara y se fue, ahora tengo temor hasta de bocinar o pedir vía”, añadió.
Autoridades y expertos consideran que se deben crear estrategias para mejorar la vialidad en la ciudad y fomentar el control de la ira y el estrés en los conductores.
Diego Meckler, director de la Policía Municipal de Tránsito de Quetzaltenango, señala que entre conductores la tensión causa discusiones que en ocasiones se salen de control.
“Esa situación ha empeorado y hay una tendencia de la población a ser intolerantes y eso afecta cuando están en el tráfico”, afirma Meckler.
Denuncias
Eduardo de León, presidente delegado del Colegio de Psicólogos de la región de Occidente, expuso que por lo general las agresiones entre pilotos de Quetzaltenango por situaciones del tránsito no son denunciadas a la Policía Nacional Civil o al Ministerio Público, lo cual, dijo, eso ocurre porque se ha normalizado la violencia, lo cual es incorrecto.
“La situación en la que nos encontramos es difícil porque estamos muy susceptibles, no podemos manejar nuestra ira, la irracionalidad ante el volante es muy fuerte. El estrés que manejamos duplica o triplica la posibilidad de sufrir ira, no poder asistir a una terapia o desahogarnos sanamente incrementa las posibilidades de violencia”, dijo de León.