La organización tiene 10 años de acompañar casos en 13 departamentos del país.
“Vimos prioritario generar equipos regionales que nos permitan tener mayor presencia y cobertura, damos un acompañamiento integral para víctimas de violencia sexual y de violencia contra la mujer, en Quetzaltenango tendremos un equipo multidisciplinario con abogadas, trabajadoras sociales y psicólogas que acompañarán los procesos”, relató Barrios.
La sede de Quetzaltenango atenderá los casos de ese departamento, así como de San Marcos, Huehuetenango, Sololá, Totonicapán y Quiche.
La organización contribuye con la investigación del Ministerio Público (MP) para que las sobrevivientes de violencia puedan tener acceso a un proceso y además a “medidas” de reparación que “restituyan” su proyecto de vida.
Barrios explicó que con mayor frecuencia los casos son referidos por medio de las redes de derivación de los departamentos, pero además facilitan los servicios cuando las victimas buscan de forma voluntaria el acompañamiento. “Siempre que sea en nuestro ámbito de atención”, afirmó.
Agregó que uno de los problemas que observan en el occidente, son las debilidades para la aprensión de los agresores.
“Desde el momento en que la victima coloca la denuncia hasta que esa persona es aprendida o citada, hay un lapso de tiempo que muchas veces permite que se fugue o que agreda nuevamente, tenemos un caso en Huehuetenango y llevamos nueve años esperand
o su detención, no hay estrategias integrales o vinculantes que permitan la detención, o se tiene prioridad solo para casos de alto impacto”, relató Barrios.
Otros servicios de la asociación son promover la sensibilización con los operadores de justicia, además de procesos de formación, a través de esto pretenden identificar debilidades y abordarlas.
“Lo que buscamos es que los operadores de justicia puedan acompañar los casos con un enfoque de género y de Derechos Humanos. Para nosotras es importante que el Estado se vincule para responder con mecanismos que permitan a las victimas restituir su proyecto de vida, continuar sus estudios por ejemplo, o trabajar el estigma”, refirió la directora.
Las integrantes de la organización consideran que el proceso legal es importante, pero después de esto se debe continuar el apoyo a la víctima. “Ya llevó un proceso legal y obtuvo una sentencia, pero hasta ahí no llegamos, tenemos que continuar y generar condiciones para que puedan continuar con vida”, afirmó.
Hasta ahora la sede de Quetzaltenango conoce diez casos, pero están a la espera de que les refieran más o que las victimas se acerquen para requerir ayuda, la sede está ubicada en la 2a. calle 1-08 Colonia Jardines de Xelajú, a 1 kilómetro del Centro Regional de Justicia, además se pueden contactar por medio del 77256835.
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