Grijalva expuso al juez pesquisidor, Óscar Alvarado, que no era su responsabilidad decidir si Soto Alcahé debía asumir un cargo público y señaló que esa decisión le correspondía al Tribunal Supremo Electoral (TSE) que avaló candidatura del ahora funcionario.
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En su defensa Grijalva entregó al juez una carpeta con información donde detalló cómo ocurrió la trasmisión de mando con su antecesor, Jorge Rolando Pellecer, y se desligó de toda responsabilidad relacionada con el concejal de oposición.
Soto Alcahé llegó a la comuna por el partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).
En el 2017 la Contraloría General de Cuentas (CGC) efectuó un hallazgo en la comuna y señaló que el concejal séptimo, Jorge Roberto Soto Alcahé, no tiene las capacidades e idoneidad para haber asumido el cargo.
El aludido concejal manifestó que no le compete a la Contraloría calificar qué funcionario tienen capacidad o es idóneo en un cargo y manifestó: “Si vamos a hablar de capacidades todos los del Concejo deben irse, yo soy uno de los mejor calificados para estar en la municipalidad”, argumentó el funcionario.
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El partido Encuentro por Guatemala previo a la toma de posesión de la actual corporación, recusó al Soto Alcahé por haber sido contratista del Estado. Sin embargo, el TSE resolvió que había ilegalidad en la llegada del candidato a al Concejo.
“Se rumora en la comuna que todo esto lo comenzó un concejal afín al alcalde y veo un ataque contra mi persona”, señaló Soto.
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