Adolescentes de Quetzaltenango y Totonicapán son víctimas de alcoholismo y desintegración familiar

Muchos adolescentes de Quetzaltenango y Totonicapán, de entre 13 y 17 años, tienen problemas de rebeldía, adicción a las drogas, alcoholismo y suicidio, causados por la desintegración familiar y las pandillas, por lo que autoridades del lugar creen que se debe fortalecer el entorno familiar y generar oportunidades de trabajo. 

Adolescentes han sido detenidos debido a escándalos en la vía pública bajo efecto de licor o drogas. (Foto Prensa Libre: Carlos Ventura)
Adolescentes han sido detenidos debido a escándalos en la vía pública bajo efecto de licor o drogas. (Foto Prensa Libre: Carlos Ventura)

Juan (nombre ficticio) tiene 16 años y vive en la zona 3 de Quetzaltenango. Desde principio de año abandonó a su familia en San Cristóbal Totonicapán,  porque su padre, quien es alcohólico, lo golpeaba y su madre los abandonó. El joven confiesa que no le ha ido bien, pues inhala pegamento, según él, para mitigar el hambre y el frío.


“Prefiero estar en la calle a que mi padre me golpee, lo mismo hacía con mi mamá, solo que ella nunca nos dijo a dónde se fue, prácticamente nos dejó solos con dos de mis hermanos que viven con una tía. Yo estoy bien en la calle, jodido, pero no golpeado”, dijo.

Casos como el de Juan hay muchos en la ciudad de Quetzaltenango, según Adriana López, integrante de la organización Jóvenes por Xela, quien explicó que la situación de los jóvenes es cada vez más preocupante, debido a la falta de atención  de algunos padres de familia, la desintegración, migración y la incidencia de las pandillas.

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Exhortó a las autoridades a crear centros de entretenimiento, educación y generar oportunidades de empleo para tener una familia sólida.

“Los jóvenes son el futuro de Guatemala, pero se nota que hay poca atención, porque ahora vemos jóvenes fumando, tomando licor y como miembros de pandillas, pero todo eso es porque hay  desintegración familiar, el papá se va a Estados Unidos y con eso ya empieza una separación y  falta de orientación a los hijos”, explicó.

Llegan al suicidio

Cecilia Méndez, delegada de la Procuraduría General de la Nacional (PNG), explicó que reciben al mes un promedio de entre 30 y 40 denuncias contra adolescentes por parte de vecinos, padres de familia y de los hospitales. En la mayoría de casos los califican de rebeldes, adictos y dependientes de las drogas y el alcoholismo, refirió.

Destacó que lo más preocupante es el suicidio, que afecta a muchos jóvenes, tanto del área urbana como rural de Quetzaltenango y Totonicapán.

“Nos preocupa que muchos adolescentes entran en depresión, sobre todo en el área rural, e intentan suicidarse con sustancias tóxicas, pero el problema se detecta cuando llegan al hospital”, comentó.

Factores

Méndez dijo que entre los principales factores que afectan a los menores es la desintegración familiar o porque son adictos al licor.

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Detalló que tienen denuncias en Totonicapán contra padres de familia que son alcohólicos y le dan licor a sus hijos menores con el fin de que estos se duerman.

“Tenemos el caso de un niño que es adicto totalmente, su padre es alcohólico y su progenitora es trabajadora del sexo y vive en un ambiente de personas alcohólicas y los adolescentes lo toman como algo normal, y eso es preocupante, porque en la calle tienen otro comportamiento”, destacó.

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