Guatemala

Homicidio  trunca sueño de adolescente

El sueño de Esmeralda Francisca Fuentes Astudillo, de 16 años,  de convertirse en experta en el arte culinario  fue   truncado el día en que desapareció y fue asesinada, crimen que conmocionó a  la  población de Petén.

Esmeralda Fuentes estudiaba en el Intecap de San Francisco, Petén, para convertirse en chef. (Foto Prensa Libre: Cortesía)

Esmeralda Fuentes estudiaba en el Intecap de San Francisco, Petén, para convertirse en chef. (Foto Prensa Libre: Cortesía)

Panchita,  como cariñosamente le llamaban sus amigos y familiares, estudiaba para convertirse en chef profesional en  el Instituto Técnico de Capacitación y Productividad (Intecap), en la aldea Santa Cruz,  San Francisco.

La familia Fuentes Astudillo es originaria  de Poptún, pero desde enero del presente año se fue a vivir a San Benito para que   la joven pudiera  estudiar.

“Panchita era la menor de mis cuatro hijos. Era muy cariñosa, reservada  y hogareña;  me apoyaba en los quehaceres de la casa y  en  cuidar a mis dos nietos. Los sábados estudiaba en el Intecap, pues soñaba con ser chef”, contó entre lágrimas la madre, quien prefirió no identificarse.

Recordó que a eso de las 16 horas  del 14 de agosto, su hija le pidió permiso para salir a hacer unas tareas con sus compañeros al barrio El Trébol. “Al principio le  negué el permiso  porque no tenía celular para comunicarme con ella,  pero  insistió y  acepté con la condición de que no se demorara más de dos horas”, dijo la madre.
 
Pasaron cuatro horas y al ver que no regresaba optó por alertar a sus parientes, autoridades  y cuerpos de socorro, pero la búsqueda fue en vano.

Al día siguiente, las autoridades policiales reportaron el hallazgo del cadáver  quemado de una menor   con una herida cortante  en el cuello, en el sector  Huacut,  a dos kilómetros del área urbana  de San Francisco.

Al enterarse del suceso familiares acudieron a la morgue del Inacif en San Benito, pero por el  estado en que se encontraba el cuerpo  no fue posible  identificarla.

Otra familia, cuya hija también había desaparecido,  aseguró que se trataba de su pariente y la  sepultaron en el cementerio municipal de San Benito.

“A los pocos días la  hija de esa familia apareció viva; al enterarnos  solicitamos una prueba de ADN en el Inacif y luego de  exhumarla se confirmó que los restos eran de mi Panchita”, relató la madre.  

Los familiares decidieron  trasladar los restos   al cementerio de Poptún, donde reposa desde hace siete días. Ahora, parientes y amigos piden   a las autoridades que investiguen el crimen y castiguen a los asesinos.

Jaime Huinac, fiscal distrital del Ministerio Público en Petén, informó que no puede adelantar información, pero que continúan   la investigación para dar con los responsables del crimen.