La ponencia reveló cómo fueron creadas 964 estructuras kársticas halladas bajo mil 732 kilómetros cuadrados de selva petenera en donde se adscribe la Cuenca Mirador-Calakmul.
Los hallazgos fueron revelados desde el Proyecto Cuenca Mirador en una conferencia que presidió el arqueólogo estadounidense Richard Hansen al lado del guatemalteco especialista en tecnología LiDAR, Carlos Morales-Aguilar, y junto a la también experta en dicha rama, Josephine Thompson quien es originaria de Estados Unidos.
Junto a los mencionados también estaban François Berge Orion, presidente de la fundación Fares Guatemala y Juan Carlos Flores Gordillo, presidente Fundación Santuario Mirador.
Los resultados de la investigación presentada surgieron del procesamiento de billones de datos recopilados luego de una serie de escaneos sobre la selva de la cuenca Mirador-Calakmul y los cuales se realizaron a partir de 2015. Ocho años después, los hallazgos revelan un capítulo sobre la temporalidad prehispánica en Guatemala.
Durante la conferencia de prensa del 16 de enero, Josephine Thompson habló sobre la importancia de estos resultados para la historia arqueológica de Guatemala: “Utilizar bien esta información dependerá de nosotros”, argumentó la investigadora experta en tecnología LiDAR e integrante del Mirador Conservation Fund.
Durante su ponencia, Thompson subrayó que el estudio presentado (y el cual se hizo público en diciembre de 2022 en la Cambridge University Press) confirma que la delimitación boscosa explorada desde el Proyecto Cuenca Mirador está constituida en gran medida por piedra kárstica.
La estadounidense también mencionó que gran parte del terreno natural que bordeaba los más de 900 asentamientos arquitectónicos descubiertos fue arrasado por el uso excesivo de la misma cal. Para la preparación de este componente, los mayas utilizaban toneladas de madera junto con piedra caliza.
El arqueólogo Richard Hansen, pionero de la investigación mencionada, infirió que este tipo de hallazgos dan cuenta de cómo la ambición humana ha llegado a explotar la naturaleza. A la vez, el investigador hizo énfasis en la necesidad que tenemos por aprender del pasado.
“La deforestación masiva nos demostró la fragilidad del mundo. No queremos caer ni repetir los errores del pasado”, señaló Hansen.
A pesar de la explotación de recursos durante el preclásico maya para la producción, resulta imposible negar este elemento como uno fundamental para la construcción del Mirador, sitio que hoy constituye una de las primeras grandes ciudades de Mesoamérica.
Durante la conferencia, Hansen también subrayó varios de los principales hallazgos de la investigación, entre ellos, el descubrimiento de 417 ciudades sepultadas en el perímetro de mil 732 kilómetros cuadrados de la cuenca. Además, hizo hincapié en la formación de un gran rizoma de calzadas que llegó a extenderse por 177 kilómetros.
Por otro lado, el arqueólogo hizo hincapié en las formas de subsistencia desde la agricultura preclásica donde el lodo era utilizado como elemento fundamental para el crecimiento de los cultivos.
Tecnología y hallazgos
Carlos Morales-Aguilar quien además es investigador en la Universidad de Austin, Texas (EE. UU.) explicó la manera en que se llevaron a cabo las investigaciones del Proyecto Cuenca Mirador mediante la tecnología LiDAR, sistema que fue utilizado por primera vez en la misión Apolo 15.
Morales-Aguilar explicó que, para su funcionamiento, el LiDAR requiere de conexión con satélites. El sistema opera dentro de un artefacto que suele ser utilizado en aviones, avionetas y helicópteros. Desde las alturas, el dispositivo escanea los objetos que tiene por debajo y mediante un canal de luz que retorna se obtiene la información del área.
“Es la primera vez que se ha implementado en la arqueología de Guatemala”, mencionó el investigador quien además subrayó que el dispositivo logró escanear la parte central de la cuenca, que equivale a mil 732 kilómetros cuadrados.
Para lograr esta misión, se utilizó una avioneta donde se montaron equipos de marca Riegl. El escaneo de la selva se realizó a 550 metros sobre el suelo desde una avioneta en dos ocasiones: la primera en 2015 y la segunda, en 2018, destacó el investigador.
El procesamiento de los billones de datos obtenidos a lo largo de los vuelos dio a conocer cómo fueron ocupadas las estructuras que se esconden en la selva petenera del Mirador. A partir de la investigación se reveló la existencia de montículos, terrazas, palacios, corrales, calzadas, entre otros complejos arquitectónicos.
Miras hacia la conservación
A la conferencia del 16 de enero también asistió el diputado Alberto Sánchez, integrante de la Comisión de Cultura, y quien al concluir la ponencia compartió con los panelistas y la audiencia su deseo por insistir desde el Congreso de la República en la investigación y conservación del patrimonio arqueológico.
Ante la pregunta sobre cómo podría el poder legislativo sostener la conservación en Guatemala, Sánchez indicó que investigaciones como la del Proyecto Cuenca Mirador son “una excusa perfecta” para que el tema se vuelva en tópico de la agenda pública.
“También se debe entender que este tema es un proceso por la magnitud de años de trabajo e investigación. Lo que llevaré a la Comisión de cultura es que conozcamos a los diferentes investigadores para tener una mesa permanente para que el tema se conozca y pueda encontrarse un espacio en el presupuesto de la nación”, apuntó Sánchez quien legisla desde la bancada Semilla.
No obstante, aunque estos planes parecieran ser ambiciosos y esperanzadores para la arqueología del país, lo cierto es que hay sitios como Guaytán, en El Progreso, que resisten ante la indiferencia del mantenimiento estatal.
Frente a la interrogante sobre qué se convierte en prioridad para este tipo de discusiones legislativas y la conservación arqueológica, Sánchez indicó que un acontecimiento como el actual, en el que se revelan hallazgos de la cuenca Mirador-Calakmul resulta como un momento idóneo “para que la Comisión de cultura o los diputados individualmente” visiten los lugares e inicien conversaciones con las autoridades.
Aunque el diputado reconoció que la falta de atención en estos sitios suele deberse a la falta de presupuesto en el Ministerio de Cultura y Deportes, también recordó en que se debe insistir para que la arqueología pase a ser un tema de agenda pública.