Comentó que los expertos a cargo del hallazgo trabajan en un plan de conservación de las estructuras más dañadas por el paso de los años, el clima y la intervención del hombre, como el templo I o Gran Jaguar, templo II y templo V, así como la habilitación de escaleras de madera en los templos IV y Mundo Perdido.
Anavizca asegura que en la década de 1990 se hicieron algunos trabajos en la crestería, a fin de evitar su deterioro.
Para Anavizca ese hallazgo es un punto de partida, porque en ese sitio arqueológico hay mucho por descubrir.
Hallazgos
Entre los hallazgos destaca la figura de una mujer dando a luz, tallada en el piso; un juego de patolli —parecido a un juego de mesa— y varios grafitis relacionados con la flora y fauna de esa zona, que fueron grabados en una pared.
“Falta mucho por descubrir, porque Tikal está lleno de misterios. Nunca se termina de estudiar la cultura maya. Me gusta mi trabajo porque la historia de nuestros ancestros es grande”, comentó Benito Burgos Morales, arqueólogo del lugar.
Burgos explicó que el descubrimiento tuvo lugar en el palacio 5D105, formado por tres habitaciones, y que entre los vestigios localizados destaca el juego de patolli, el cual consiste en una mesa de apuestas, que se jugaba en forma de cruz diagonal y con frijoles marcados, con similar función a la de un dado.
El experto acotó que el juego de patolli y la figura de la mujer fueron descubiertos en el estuco de las bancas del cuarto central, ambos con técnicas de cerámica.
El lote de grafitis con figuras de flora y fauna se encontró en una pared del palacio, fechado para el Clásico Tardío y Clásico Terminal, según Burgos.
El arqueólogo Ivo Romero Zetina considera que cada hallazgo es una puerta de oportunidades para seguir conociendo la historia de los mayas. “Un descubrimiento significa un punto a favor de los investigadores”, comentó.