Estuvieron por lapso de una hora en el área urbana y al no hallar el vital líquido optaron por refugiarse en los cerros cercanos al lugar.
Francisco Asturias, ambientalista de Petén, dijo que en buen porcentaje la vida silvestre cuyo hábitat se encuentran en las áreas protegidas y zonas verdes regionales, se ven obligadas a migrar a causa de los incendios que devastan su hábitat.
Agregó que los efectos negativos en la vida silvestre provocados por los incendios son “muy trágicos”, ya que no sólo muere una gran cantidad de animales, si no que se arrasa con la flora y consecuentemente el hábitat de los animales.
Acotó que “desde un insecto hasta un ave son los afectados ya que dejan sus madrigueras” y resaltó que de marzo a mayo es cuando más se originan incendios, en su mayoría en los parques nacionales Laguna del Tigre y Sierra del Lacandón.
Según ambientalistas del área, la fauna en general es presa tanto de la cacería furtiva como de los incendios forestales, y sumado a la falta de reservas de agua los animales debe migrar y recorren rutas inhóspitas y peligrosas rutas, principalmente cuando llegan a un poblado.
Las especies mueren arrollados por vehículos cuando intentan atravesar las calles o carreteras o son apedreados por personas que desconocen lo importante que es proteger un animal de esta naturaleza.