Las selvas de Petén, junto a las de Calakmul, México, y Río Bravo, Belice, constituyen la reserva natural más grande de Mesoamérica, solo por debajo de la Amazonía, y por ende estas son preferidas por las aves migratorias, las cuales encuentran en ellas un lugar seguro para descansar y alimentarse.
El conservacionista Francisco Asturias ha documentado decenas de aves, mamíferos y reptiles, con lo que se demuestra que la calidad de los bosques es buena y tienen capacidad de producir alimento para todos.
Sin embargo, dijo que la situación de los bosques en esa área es alarmante, pues cada vez han más poblaciones humanas cerca de las áreas protegidas. Agregó que en la actualidad solo queda la cuarta parte de lo que era la zona selvática de hace 30 años, por lo que cree que todos deben contribuir con su conservación, pues es el pulmón verde más grande de la región.
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“El problema es que la humanidad no ha comprendido la importancia que los bosques tienen para todos”, comentó Asturias.
Asturias, quien trabaja para la Fundación para el Ecodesarrollo y la Conservación (Fundaeco) en el tema de protección del Biotopo Dos Lagunas, dijo que la fauna de esas selvas es “sorprendente”, pues solo se necesita internarse en el bosque y adaptarse a las reglas de la selva para ser testigo de cómo los animales conviven en un mundo lleno de paz.
“En la selva el extraño es el humano y lo único que se debe hacer es adaptarse a las reglas del lugar y poder disfrutar del encanto de la naturaleza”, dijo Asturias.
Dijo que durante el último recorrido que hizo en busca de evitar talas ilegales, documentó gran cantidad de especies, por lo que hace un llamado a todas aquellas personas que tengan la oportunidad de internarse en la selva que las protejan, pues de lo contrario podrían ser capturadas por la Policía y procesadas en un juzgado.
Buenos indicadores
De acuerdo con el conservacionista, a pesar de las presiones a las que se somete a las selvas de Petén, estas están en óptimas condiciones para que la vida silvestre se desarrolle con normalidad.
Añadió que a nivel científico se toma como base la existencia de tres especies para decir que los bosques son buenos, y en este caso ocurre eso, hay tapires, jaguares y jabalís; además, en Petén hay presencia de las cinco especies de felinos nativos de Guatemala: jaguar, puma, ocelote, tigrillo y jaguarondi.
Amenazas
Un incendio forestal que ya fue controlado en una comunidad del norte de Guatemala arrasó con varias decenas de animales, entre ellos tortugas, informaron fuentes de socorro.
Según el Cuerpo de Bomberos Voluntarios, el siniestro se registró en el barrio Nuevo, Antigua Laguna, San Benito, Petén, fronterizo con México y Belice.
Una vez controlado el incendio forestal, se encontraron totalmente carbonizadas 40 tortugas, 10 tacuazines (zarigüeyas) y cinco mapaches, precisó la institución de socorro en su cuenta de Twitter.
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Los socorristas dijeron que consideran que más animales silvestres pudieron haber fallecido durante este siniestro.
Petén, cuna de la antigua civilización maya, es considerado como uno de los últimos pulmones ambientales de América.
Con información de Agencia EFE
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