El ataque se registró cerca de la iglesia católica de San Benito, en la calle real, donde vecinos observaron como el asesino huyó en una motocicleta que había dejado estacionada a unos 200 metros.
Aún con vida, Penados fue trasladado por los Bomberos Voluntarios al Hospital Regional de San Benito, donde falleció una hora después de su ingreso. Médicos de turno informaron que la víctima tenía heridas en la cabeza y el rostro.
En la escena del crimen, peritos del Ministerio Público localizaron varios casquillos calibre 9mm. Testigos señalaron que el ataque fue directo, por lo que las autoridades suponen que se debió a problemas personales.
La muerte de Penados conmocionó a vecinos del área central, quienes repudiaron el hecho y exigen a las autoridades que implementen un plan de seguridad para frenar la ola de violencia que afecta la región, pues en los últimos días se han registrado varios hechos criminales.
Ese mismo día, en la zona urbana de San Andrés, cerca de una iglesia evangélica, ubicada en el barrio El Centro, fue localizado el cuerpo de un hombre lapidado.