Respecto del aumento, el vecino Jonás García manifestó: “Es vergonzoso que estos señores cobren tanto dinero por hacer el trabajo para el que fueron electos. Si fuera cierto que se preocupan por la crisis económica de la comuna, deberían cobrar Q500 por sesión, como antes”.
Marlon Martínez, otro residente, dijo: “Cuando vivía el alcalde Enrique Castillo, el Concejo no actuaba con tanta voracidad porque lo respetaba; después de que lo mataron (en enero del 2013), los concejales han sacado las uñas y ahora quieren hacer dinero de todo lo que encuentran a su paso. El pueblo ignoraba que ellos habían aumentado las dietas por sesión”.
Defienden aumento
A raíz de las críticas, ocho concejales informaron en conferencia de prensa que antes cada miembro del Concejo cobraba Q1 mil por sesión, y que se hacen cuatro reuniones ordinarias cada mes. Cuando Castillo (q.e.p.d.) ganó las elecciones se acordó que no se cobrarían dietas durante el 2012 para ahorrar recursos, pero que a partir del 2013 aumentarían en cien por cien el valor de estas.
La concejal Lesly Velásquez expuso que rechazan las críticas que se han vertido en contra de los miembros del Concejo, pues fue solo en un mes que se reunieron en ocho ocasiones, pero fue atendiendo la convocatoria del alcalde Basilio Cordero para solucionar algunos problemas que había con los expedientes de las obras que se ejecutan con el aporte constitucional.
“Ahora nos hacen quedar como los villanos, cuando en realidad estamos corrigiendo deficiencias que detectamos en la administración municipal. Quienes nos critican no dicen que durante 12 meses no cobramos un centavo para ayudar a sanear las finanzas de la municipalidad; la ley nos permite cobrar dietas por el trabajo que desempeñamos como cuerpo colegiado y estamos en el derecho de hacerlo”, resaltó Velásquez.
Lysbiajani Cruz, concejal, señaló: “La polémica surgió porque desde el mes pasado decidimos en grupo fiscalizar más a fondo el trabajo del alcalde, porque nos pareció sospechoso que en lo que va de la actual administración se han ejecutado Q75 millones y no vemos obras ni en las aldeas ni en el área urbana”.
Agregó que han pedido la remoción de empleados que abusaban de sus cargos y un informe semanal del dinero que entra y sale. “Tampoco permitimos que se paguen facturas sin que estas pasen por el departamento de compras”, dijo.
A raíz de la fiscalización y las críticas de algunos concejales, empleados municipales han señalado fisuras en el Concejo, las cuales, según ellos, han causado atraso en la ejecución de obras.
