Mansilla agregó que refuerzan la presencia en la zona limítrofe de ese afluente para evitar que haya más ataques en contra de la población guatemalteca.
Además, dijo que el Ejército de Guatemala no ha faltado a los derechos humanos de la población de Belice, como lo hicieran ellos con el lamentable hecho en el que perdió la vida un menor.
“Nosotros no somos un Ejército beligerante ni provocador, somos fuerzas armadas profesionales que ejercemos la soberanía de nuestro territorio como corresponde”, añadió.
La ampliación del apostadero naval tendrá capacidad para albergar a más de 40 efectivos castrenses. Además, habrá espacio para dotar de equipo de trabajo.
La construcción estará a cargo de 24 integrantes del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, y se espera que esté habilitado en un mes.
También, el Comando Naval del Caribe y la Brigada de Infantería de Marina desplegó guardacostas y elementos del Ejército, quienes se mantendrán en el lugar como parte del mandato presidencial.
El comandante de Brigada de Infantería de Marina Nelson Tun, índico que están en el lugar para el resguardo de la población, y que en ningún momento se busca un enfrentamiento.
“Somos un Ejército de Paz, pero somos firmes en nuestro mandato constitucional, por lo que nuestro apostadero servirá para reforzar las tareas de protección y servicio a nuestra población”, agregó.
Se informó que el río Sarstún pertenece en su totalidad a Guatemala, por lo que no ha existido nunca un litigio por el mismo; sin embargo -explicó-, fuerzas beliceñas utilizan las aguas nacionales sin seguir los protocolos.
Abusos
El vecino y pescador Jorge Mario Milián explico que muchos soldados de Belice que llegan al área los tratan bien, pero hay otras instituciones de ese país, que se dedican al cuidado de la pesca y medioambiente, que los han despojado de sus herramientas de trabajo y sus embarcaciones.
Agregó que en algunos casos los llevan presos hacia Punta Gorda, Belice, lo que les ocasiona gastos para lograr su libertad.