Esta es parte de una gira que el mandatario realiza en el país y que lo llevó a Petén el pasado jueves y también a San Marcos, el próximo sábado.
El presidente habló sobre el presupuesto y las obras para el 2022 y que llega a los departamentos para ver necesidades y planificar obras para ese año.
En la reunión, el viceministro de Ambiente y Recursos Naturales, Ángel Lavarreda, habló sobre el acuerdo gubernativo 164-2021, Reglamento para la gestión integral de los residuos y desechos sólidos comunes, el cual establece normas sanitarias y ambientales que deben aplicarse a nivel nacional.
Recordó que el 10 de agosto se comenzó con la clasificación primaria de la basura (separar lo orgánico de lo inorgánico) y que en agosto de 2023 se espera comenzar con la clasificación secundaria de la basura (separación del vidrio, metal, plástico etc).
Lavarreda dijo que se debe trabajar fuertmenente con los alcaldes para realizar este trabajo, porque todas las comunas del país deberán contar con planes de recolección, tratamiento y disposición final de sus desechos.
Trabajo en el río Motagua
Giammattei dijo: “La verdad es que esta es una buena iniciativa y los más beneficiados serán Izabal. El año pasado se recogieron 1 mil 550 toneladas de basura en el Motagua, no toda es generada de Izabal, eso viene río arriba, prácticamente que desde donde nace en Chichicastenango, recogiendo la basura de la capital y de todos los municipios en la cuenca”.
Agregó que próximamente se estará presentando al Congreso de la República una iniciativa de ley para el manejo de la cuenca del río Motagua, para evitar los grandes problemas que genera todo el cúmulo de basura que se arrastra.
“Si nosotros logramos hacer que los alcaldes principiemos a trabajar todos en unión a explicarle a la gente que separe la basura vamos a poder tener una ventaja”, dijo Giammattei.
Señaló que dicha ventaja es que al lograr la separación de la basura le dé recursos a las municipalidades vendiendo los desechos que sean reciclables y eso son ingresos propios, que implica más situado constitucional.
“Es importante que vayamos haciendo conciencia en la población sobre la importancia que tiene la clasificación de la basura para que a la hora del manejo de los vertederos sean realmente rellenos sanitarios y podamos hacerlo de mejor manera y podamos tener de allí abono orgánico, podamos generar electricidad a partir de la basura entonces es bien importante hacer la separación”, afirmó Giammattei.
Añadió que los desechos han convertido a Guatemala en un gran basurero, pues por todos lados hay basureros.
“Nos hemos pasado junto con los alcaldes todo el año pasado eliminando basureros clandestinos y muchas veces nos damos la vuelta y vuelve otra vez la gente a ponerlo ahí. Sé que hace mucha conciencia ambiental”, afirmó el mandatario.
Dijo que Izabal es uno de los lugares que más sufre por la contaminación al igual que las playas de Omoa, en Honduras, que ya le han valido a Guatemala una demanda internacional.
“El año pasado, por primera vez, las playas de Omoa estuvieron limpias, pero eso fue por el trabajo que se hizo recolectando la basura en Guatemala”, concluyó Giammattei.
Honduras desmintió
El pasado 17 de enero el Gobierno de Guatemala afirmó que en 2021 logró controlar el flujo de desechos sólidos del río Motagua, una cuenca de más de 480 kilómetros de longitud que afectaba con contaminación y basura las playas de Honduras; sin embargo, ese país asegura que eso no es verídico.
“Por primera vez en 2021 logramos detener la marejada de desechos sólidos en el río Motagua que llegaban a Honduras”, afirmó ese día el ministro de Ambiente y Recursos Naturales de Guatemala, Mario Rojas, en esa oportunidad.
Según Rojas, el alcalde de Omoa en Honduras había agradecido al Gobierno de Guatemala “que ya no estén llegando desechos” al vecino país “y eso hace que el turismo vuelva al lugar y se favorezca la economía”.
Ante las declaraciones del funcionario guatemalteco, el Gobierno de Honduras emitió un comunicado por medio de la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente en el que asegura que la contaminación es latente.
El documento señala que en 2020 se retiraron de las playas de Omoa y Puerto Cortés mil 434 toneladas de residuos sólidos “que fueron arrastrados por el río Motagua”.
Agrega que en 2021 continuó la llegada de “grandes cantidades de residuos”, por lo que Honduras promovió reuniones con las autoridades guatemaltecas “con el propósito de exigir acciones concretas para solución definitiva”.
También hacía referencia que la barda industrial en el Quetzalito, Izabal, “no es funcional ante la magnitud del problema ambiental”.
“El Gobierno de Guatemala ha colocado biobardas artesanales para reforzar, las cuales retienen cierta cantidad de residuos durante las épocas secas, pero en época lluviosa la medida ha demostrado ser inefectiva”, añadía el comunicado.}
Además, decía que en 2021 en la comunidad de Quetzalito “se habían acumulado dos mil toneladas de residuos sólidos sacados del río, ¿cómo se están manejando y eliminando estos residuos? ¿Pueden las autoridades del MARN de Guatemala evidenciar que ya no existe tal acumulación de residuos en dicha zona?”.
También desmintieron que otros dos ríos arrastren contaminación porque “estudios científicos basados en imágenes satelitales e inspecciones en alta mar han verificado que los residuos que impactan particularmente la bahía de Omoa provienen del Río Motagua”.
“Honduras ha insistido a Guatemala, en reiteradas ocasiones y encuentros bilaterales, que la nación hermana debe buscar soluciones concretas, sostenibles y permanentes para detener el daño ambiental y transformar las áreas afectadas en zonas con mayores niveles de desarrollo”, concluye el documento.