“Hemos ordenado la creación de una comisión para la beatificación y canonización del padre Hermógenes; pedimos a todo el pueblo que brinde información para que se reconozca el trabajo del siervo de Dios”, expresó Vian, al finalizar la misa en San José Pinula.
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Como cada 30 de junio, cientos de personas, entre ellos varios peregrinos, asistieron a la misa de conmemoración del aniversario de la muerte del padre, acto religioso que tuvo lugar en el estadio San Miguel, en San José Pinula.
Niñas con rosas rojas, postales con la imagen del prelado, personas en sillas de ruedas, ancianos y la alabanza del padre Hermógenes fueron parte de la celebración.
“Para la iglesia de Guatemala y particularmente para de la Arquidiócesis de Santiago de Guatemala hoy es un día de esperanza por estar celebrando el martirio del Siervo de Dios Eufemio Hermógenes López Coarchita, sacerdote, en un día que la iglesia universal celebra a todos los mártires”, dijo Vian en el comienzo de la homilía.
En la celebración, el religioso se hizo acompañar de los monseñores Raúl Antonio Martínez, José Cayetano Parra, Rodolfo Mendoza, Julio Cabrera y Gonzalo de Villa.
¿Quién fue el siervo de Dios?
López Coarchita fue un religioso que nació en la finca El Pirú, Ciudad Vieja, Sacatepéquez, el 16 de septiembre de 1928. Fue el hijo tercero de una familia de ocho hermanos e ingresó al seminario a los 15 años, y a los 26 fue ordenado sacerdote.
Su vida giró en torno a luchar por las causas de los más pobre. Fue un sacerdote alegre, bromista, participaba en reuniones de vecinos y acostumbraba regalar dulces a los niños de los lugares que visitaba en su tarea pastoral.
El 26 de noviembre de 1966 se hizo cargo de la parroquia de San José Pinula, donde se integró con facilidad a la comunidad. Pero el 30 de junio de 1978 fue ejecutado por sujetos que contaron con la posterior protección y encubrimiento del Estado, según estableció la Comisión del Esclarecimiento Histórico en su informe Guatemala Memorial del Silencio.
El 25 de junio de 1978, el padre pronunció en su homilía los abusos del Ejército: “Si es necesaria la sangre de uno de nosotros para que haya paz en Guatemala, yo estoy dispuesto a derramar la mía”, dijo el religioso.
El 29 de junio de 1978, el padre Hermógenes dirigió una carta al entonces presidente de Guatemala, general Kjell Eugenio Laugerud García, para solicitar la supresión del Ejército Nacional, por los hechos violentos durante el conflicto armado interno, agrega el informe.
“Es muy importante que celebremos el martirio del padre. Es importante, cabalmente en el día del Ejército, pero lo sentimos, pero realmente el padre ha sido un mártir para este pueblo”, expuso Vian Morales.